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ESPECIALES

Saber interpretar

Alto y claro lo dijo el Ministro de Economía: No existe ningún fundamento para que el proceso de implementación del mercado cambiario provoque una subida de los precios o la devaluación del salario. Muy por el contrario, con la medida se busca lograr un equilibrio en esta esfera, fortalecer el peso cubano, así como aumentar la disponibilidad de bienes y servicios para la población.

Revisando las redes sociales ya aparecen las primeras reacciones de los “despistados”. Que si los alimentos costarán mucho más, que si ahora va a subir el dólar en el mercado informal…estos falsos profetas del apocalipsis, vanos economistas de esquina, no se cansan de hablar sin fundamento ni evidencias.

Si alguien incrementa los precios es por puro oportunismo. Bien los podía subir ayer, que no se habían anunciado los cambios. No hay en este paso motivo alguno para justificar hechos que atenten contra el bolsillo del pueblo y su bienestar. Acciones como estas, tanto la búsqueda de un mercado cambiario como el ofrecimiento de información oportuna sobre el tema, dejan a los oportunistas sin explicaciones para sus transgresiones.

Por el momento no se implementará la venta de divisas a la población. Como ya se explicó, se trata de un proceso progresivo, donde se avanzará con paso firme, para no cometer errores. Desde el anuncio de la proximidad de la medida y el inicio de su implementación no ha pasado ni un mes. ¿Qué más premura se quiere?

Tanto la Ministra-Presidenta del Banco Central de Cuba, Marta Sabina Wilson González, como el titular de Economía y Planificación cubano, Alejandro Gil Fernández, explicaron que la segunda etapa, la venta de divisas, no forma parte de un futuro lejano. Si se quiere construir una casa, no se comienza por el techo. ¿Acaso usted lo haría así?

Primero van los cimientos, las paredes…En el caso de la reanimación de la economía nacional, la premisa es la misma. Hay que saber interpretar, no dejarse llevar por los rumores. Siempre valdrá más la evidencia, el respaldo científico, que las simples presunciones.

Eso sí, consideramos claro, que quienes comienzan a mover estos criterios pecan de superficiales. Porque, conociendo a los odiadores, esos que solo buscan la desunión, tergiversar la información les vendría como anillo al dedo. Solo ellos podrían intentar cambiar el sentido de una medida tan noble y justa como esta.

¿Por qué vamos a permitirles que nos roben la confianza, ahora que el camino de la mejora económica se dibuja más nítido que nunca? Pensemos por nosotros mismos, analicemos la evidencia. Solo así llegaremos a la verdad.

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