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Contrarrevolución versus derechos humanos en la Revolución Socialista

Todo movimiento social y político en la historia de la humanidad que haya abrazado ideas divisionistas, retrógradas, por fundamento y propósitos, y que, sobre todo, no genere conciencia de unidad, desarrollo y amor, han estado y estarán condenadas al fracaso.

Cómo no estarlo entonces, en propósitos similares, o aún más aviesos, en el caso del malogrado propósito, anticonstitucional, de una «marcha por el cambio» político en nuestro país, a realizar el 15 de noviembre del año 2021.

Se conoce que el proceso histórico de gestación victoriosa y de realizaciones sociales humanistas, participativas e inclusivas, son consustanciales a la esencia de cambio y desarrollo de una Revolución Socialista.

Esta es una de las causas principales del sonado fracaso de la descolocada idea de provocar desórdenes, desobediencia y marchas, inducidas por fuerzas afines al Imperialismo yanqui, sin arraigo popular alguno y contra la Constitución y los derechos humanos que dicen defender.

Cómo no llegar a este juicio cuando Cuba, hace 2 años, pasó la pandemia de la Covid-19, y nuestras vacunas mostraron su excelente eficacia. Nuestro país protagonizó entonces una ejemplar proeza científica y humanitaria, sin equivalente en la mayoría de los países del mundo.

Hoy nuestros científicos ensayan nuevos fármacos, con énfasis en los niños y jóvenes cubanos que van a sus escuelas, protegidos por la vacunación masiva que se realiza cada año.

Es cierto que ahora nuestro país vive con limitaciones materiales y altos precios, pero se trabaja muy duro para dejar atrás esta aguda crisis con escasez de productos, recursos financieros, además de una enorme inflación.

La meta es lograr, en el menor tiempo posible, la recuperación económica progresiva; y para ello contamos con el apoyo de numerosos países amigos, más los BRICS, la Unión Euroasiática, la CELAC, el ALBA. Esto quedó demostrado en la recién concluida Feria Internacional de la Habana 2023, con récord de participación de países y empresas y con un excelente Fórum de Negocios con acuerdos y proyectos de desarrollo para nuestro país.

Es por todo esto y por el ejemplo de unidad y resistencia creativa de nuestro pueblo,  por la solidaridad que Cuba práctica, que el imperialismo no deja de fraguar planes de subversión, de odio y violencia a pesar que la comunidad de países se pronunció a favor de eliminar el genocida y reforzado bloqueo de los EEUU contra nuestro heroico pueblo.

Se concluye muy fácil que nunca la contrarrevolución nunca tendrá el más mínimo espacio en Cuba, para cualquier tipo de violaciones de nuestros derechos sociales y humanos.

Esta es una decisión histórica que los revolucionarios cubanos sabremos, siempre, defender muy bien.

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