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Los derechos humanos en Cuba

Para la inmensa mayoría de la población cubana, antes del triunfo de la Revolución, este era un tema prácticamente desconocido, pues a los gobiernos existentes durante la republica mediatizada no les convenía para nada que el pueblo conociera tales derechos, los cuales resultaban violados de forma flagrante y de manera consuetudinaria.

El primer derecho humano es el derecho a la vida, y ese no se garantizaba en lo más mínimo, razón por la cual eran tan frecuentes los asesinatos y desapariciones de personas, la mayoría de las veces acompañadas de crueles y brutales torturas. No existía un sistema de salud pública que garantizara la asistencia médica a la inmensa mayoría de la población, la que, además, no disponía de recursos económicos que le permitiera asumir los altos precios que debían pagarse por la atención médica privada y los medicamentos.

Otras formas de violación de los derechos humanos lo eran los desalojos de los campesinos, que con sus familias eran arrojados al camino real por la Guardia Rural, que cumplía el triste papel de proteger y defender los intereses y propiedades de los terratenientes y de las grandes compañías extranjeras, dueñas de más de la mitad de las tierras cultivadas de la nación.

En el país la mujer era brutalmente discriminada y le eran negados los derechos más elementales, como el pago de salario igual al de los hombres por igual trabajo. Otro tanto ocurría con la discriminación a los negros, privándosele de muchos derechos, entre otros el de no poder concurrir a clubes, casinos, playas y otros lugares de recreación exclusivos para blancos.

También existía una amplia gama de puestos de trabajo, en los que no se permitía que emplearan a negros ni mulatos, eran sólo para blancos.

Desde el punto de vista económico, en los años cincuenta del pasado siglo, existían en el país 600 000 desempleados, 400 000 trabajadores del campo que solamente tenían empleo durante cuatro meses al año. También existían 200 000 familias campesinas que no disponían de tierra donde cultivar nada. ¿De qué vivían todos esos desempleados, subempleados o sin tierras y sus familias? Por otra parte había en el país más de un millón de analfabetos.

El triunfo de la Revolución Cubana significó un cambio radical en todos esos indicadores que constituían flagrantes violaciones de la Declaración de los Derechos Humanos, erigiéndose un sistema económico, político y social que propició igualdad y justicia para todos. Poniéndose, gradualmente, fin a todos aquellos males que, a lo largo de muchos años, sufrió nuestro pueblo.

A los enemigos de la Revolución que tanto nos acusan de violar los derechos humanos, podríamos emplazarlos a que pongan ejemplos concretos y verdaderos, de esas supuestas violaciones que diariamente divulgan, mediante las redes sociales. Pero como eso no les resulta posible, entonces inventan una y mil mentiras, tratando de desacreditar la colosal obra que se ha realizado en nuestra sociedad en beneficio de las amplias masas populares. Igualmente podemos retarlos a que señalen un solo ejemplo de persona torturada, asesinada o desaparecida, por nuestros órganos de seguridad y orden interior.

Nuestro país es, sin duda, un ejemplo en la aplicación de la Declaración Universal de los Derechos Humanos. Cuba, a pesar de las campañas y obstáculos que han interpuesto los enemigos de la Revolución, en varias ocasiones ha sido electa como miembro del Consejo de Derechos Humanos, incluso, recientemente reelegida, lo cual muestra el prestigio y el respeto de que goza nuestro país en la arena internacional.

Tal y como se consigna en la Constitución de la República, “Cuba es un Estado socialista de derecho y justicia social”, razón por la cual todos los derechos individuales y colectivos están garantizados, por igual, para todos los cubanos.

Al gobierno norteamericano y a todos los que en ese país expresan preocupación por los derechos humanos en Cuba, les podemos decir que se preocupen y luchen por esos derechos allí, donde la discriminación al negro y los abusos de los cuerpos policiales son tan comunes, y si quieren solo dos ejemplos de violación de los derechos humanos por su Gobierno, en el ámbito internacional, lo pueden apreciar en el bloqueo económico, comercial y financiero contra Cuba, con el cual pretenden matar de hambre y necesidades a once millones de personas. También lo pueden encontrar en su apoyo al régimen de Israel que, sistemáticamente, lleva a cabo un bárbaro y brutal genocidio contra la población palestina en la Franja de Gaza. 

Para Cuba, es y será siempre una cuestión de principios, continuar luchando por que cada vez sea más integral, plena y efectiva la aplicación y el cumplimiento de los postulados fijados en la Declaración Universal de los Derechos Humanos. 

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