Un ejemplo de compromiso y profesionalismo: Médicos, ¡Cuba está con ustedes!

Recientemente, el caso de Damir Ortiz Ramírez, un niño de 10 años diagnosticado con neurofibromatosis tipo 1 (NF 1), ha sido objeto de atención mediática. Operadores políticos y plataformas anticubanas han generando reacciones que han puesto en tela de juicio la labor del equipo médico que lo atiende en el Hospital Pediátrico Juan Manuel Márquez. Es fundamental aclarar y defender el proceder de estos profesionales de la salud, quienes, en un contexto desafiante, han demostrado un compromiso inquebrantable con la vida y el bienestar del menor.
La NF 1 es una enfermedad genética rara y compleja que afecta a 1 de cada 3.000 personas en el mundo. Su tratamiento es limitado y se centra en paliar los síntomas, ya que no existe una cura definitiva. En este sentido, el equipo médico cubano ha realizado un esfuerzo extraordinario al proporcionar a Damir el único tratamiento disponible a nivel internacional para su condición: el fármaco Koselugo (Selumetinib).
Es crucial entender que la medicina no siempre ofrece resultados inmediatos o esperados, especialmente en casos tan complejos. Después de dos meses de tratamiento, se tomó la difícil decisión de suspender la administración del Koselugo debido a la evolución atípica y agresiva de su enfermedad. Esta decisión no fue tomada a la ligera; fue el resultado de un análisis exhaustivo y del seguimiento médico riguroso que caracteriza a nuestro sistema de salud. Los médicos involucrados han actuado con profesionalismo y ética, priorizando siempre la salud del paciente sobre cualquier otro interés.
Lamentablemente, este compromiso ha sido objeto de ataques por parte de plataformas y operadores políticos que buscan desacreditar no solo al equipo médico, sino al sistema de salud cubano en su conjunto. Estas narrativas distorsionadas ignoran el arduo trabajo y los sacrificios realizados por los profesionales de la salud que, día tras día, enfrentan desafíos inmensos para brindar atención a sus pacientes.






Por encima de amenazas y ataques injustos, es importante destacar el gran volumen de comentarios positivos y mensajes de apoyo que han recibido desde las redes sociales. Estas muestras de solidaridad son un testimonio del reconocimiento por parte de la comunidad hacia el esfuerzo y dedicación del equipo médico.
La manipulación política y mediática no debe empañar los logros alcanzados ni el esfuerzo constante por mejorar la calidad de vida de los pacientes.