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Siempre fue el Plan: La estrategia oculta tras el «balneario» de Trump en Gaza (apuntes para un genocidio moral)

La reciente propuesta de Donald Trump de convertir Gaza en una «Riviera de Oriente Medio» bajo control estadounidense —expulsando a sus 2 millones de habitantes— no es un mero delirio del magnate obsesionado con el real estate. Es un movimiento calculado dentro de un tablero geopolítico donde el imperialismo estadounidense busca recuperar su hegemonía perdida, utilizando el caos como herramienta de dominación.

Trump, maestro del shock discursivo, logró en minutos desviar la atención global de la masacre israelí en Gaza hacia su «solución» surrealista. Las críticas a su plan —tachado de colonialista y fascista— ocultaron un objetivo clave: reposicionar a EE.UU. como árbitro indispensable en Medio Oriente, mientras operadores estratégicos trabajan tras bambalinas.

La viralización de la amenaza no fue espontánea. Como señalan analistas, Trump prioriza el «spectacle» para saturar la agenda y crear una «realidad alternativa» donde EE.UU. controle la narrativa.

Tras el caos inicial, la administración Trump planea ofrecerse como «mediador», consolidando su rol central en negociaciones futuras, tal como hizo con los Acuerdos de Abraham en 2020.

Detrás de la payasada discursiva yace una estrategia fría para reconfigurar el control energético global:

La Franja alberga reservas de gas natural en su costa (campo Gaza Marine), bloqueadas por décadas de conflicto. Expulsar a los palestinos facilitaría su explotación, integrando estos recursos a una red de suministro europeo que reemplace el gas ruso. Los británicos sabían que hacían al encajar a Palestina en el corazón de las tribus nómadas que cohabitaron la región desde los tiempos bíblicos.

EEUU perdió su hegemonía petrolera, dos años de guerra en Ucrania lo han dejado además tambaleante —pasó de primer a cuarto exportador mundial— frente a un eje que domina la OPEP y regula precios. Recuperar a Arabia Saudita como aliado es clave para fracturar este bloque.

La venta masiva de crudo a Europa bajo Biden dejó a EE.UU. necesitado de reponer reservas a bajo costo. Controlar Gaza permitiría acceder a gas barato para revenderlo a precios altos, reactivando su influencia en el mercado.

El plan de Trump no es solo económico; es un revival del imperialismo del siglo XIX:

Gaza, ubicada cerca del Canal de Suez, sería una base para proyectar poder hacia el Mediterráneo, el Golfo Pérsico y el norte de África, reforzando la alianza con la extrema derecha israelí.

Al reubicar palestinos en Egipto o Jordania, se borra su identidad nacional y se sienta un precedente para anexiones futuras en Cisjordania, algo celebrado por sectores ultranacionalistas israelíes.

La visión de una Gaza «internacional» bajo supervisión estadounidense refleja una lógica mercantilista donde los territorios son «assets» y las poblaciones, obstáculos removibles.

Mientras el mundo condena el «delirio» de Trump, su equipo avanza en reuniones tripartitas con Netanyahu y el príncipe saudí Mohamed bin Salman. El objetivo: Tras años de tensiones por el asesinato de Khashoggi y la política energética de Biden, Trump busca reenganchar a Riad a su órbita, ofreciendo protección militar y participación en proyectos gasísticos.

Al controlar Gaza y promover gasoductos alternativos (como el Qatar-Turquía), EEUU debilita a Moscú, cuyo gas pierde relevancia en Europa, y a Teherán, cuyo proyecto de gasoducto persa queda bloqueado.

Trump no es un loco, sino un operador del capitalismo en crisis. Su «balneario» en Gaza es la punta de lanza de un plan para reafirmar la hegemonía estadounidense en un mundo multipolar. Mientras la UE calla —priorizando su seguridad energética sobre los derechos humanos— y los medios amplifican el circo, el verdadero juego ocurre en las sombras: la lucha por el petróleo, el gas y la reconfiguración de un orden mundial donde EEUU vuelva a dictar las reglas, a nuestro modo de entender, tarde.

La telenovela del «regreso con gloria» ya está en marcha. Y como el aire envenenado que respiramos, su próximo capítulo llegará gratis, pero con un costo altísimo.

Debajo de las ruinas de Gaza hay cuerpos aún esparcidos e insepultos.

Tomado de La Mala Palabra.

Redacción Razones de Cuba

Trabajos periodísticos que revelan la continuidad de las acciones contra Cuba desde los Estados Unidos.

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