Solidaridad italiana, compromiso incondicional hacia la Isla
Para Marco Papacci, presidente de la Asociación Nacional de Amistad Italia-Cuba, el diálogo con el Primer Secretario del Partido Comunista de Cuba y Presidente de la República, Miguel Díaz-Canel Bermúdez, en su visita reciente a Cuba, fue muy emocionante. «Me brindó toda su atención y me hizo recordar, por su amabilidad y afecto, el intercambio con el Comandante en Jefe Fidel Castro, en 1996».
Entre los temas abordados en el encuentro estuvieron el trabajo de apoyo a Cuba desarrollado desde 1961, la política internacional, la situación interna de Italia y las actividades de la organización solidaria en los últimos dos años.
«El Presidente cubano es una persona maravillosa que nos agradeció también que hayamos defendido la sede diplomática cubana después de los sucesos del 11 de julio de 2021, cuando elementos fascistas trataron de agredirla», agregó Papacci.
–¿Qué acciones de solidaridad realizaron en los últimos años?
–En 2018, la organización celebró su 12mo. congreso nacional, y aprobamos acciones para el trabajo de la solidaridad a través de diferentes proyectos de cooperación.
«La COVID-19 impidió que se realizaran encuentros presenciales y establecimos una red virtual para mantener la comunicación. Tuvimos la iniciativa de escribir una carta al Ministro de Salud Pública de Italia solicitando la presencia de la brigada Henry Reeve, para que ayudara en el control de la pandemia y se circuló también hacia los gobiernos locales. Los de Lombardía y Piamonte aceptaron la ayuda, y nosotros establecimos el puente para llevar a los profesionales cubanos.
«Trabajamos para financiar proyectos científicos de creación de nuevos medicamentos y vacunas con el Centro de Ingeniería Genética y Biotecnología, el Instituto Finlay de Vacunas, el Centro de Ingeniería Molecular y otras instituciones cubanas.
«Además, nos insertamos en una campaña desarrollada por la organización MediCuba-Europa, para la recogida de jeringuillas. A través de la compañía aérea Neos, enviamos varias cargas con insumos médicos como parte de otras acciones para ayudar a la Salud Pública cubana.
«Participamos en el proyecto Por un abrazo, liderado por Pepe López, un artista cubano, para enviar medicamentos a Cuba. Ello implicó el envío de dos contenedores con insumos médicos.
«El proyecto cultural Timbalaye, que difunde la cultura cubana a través de la música y el baile –principalmente de la rumba y el son–, también cuenta con nuestro apoyo, lo cual nos abre puertas para sensibilizar a muchas personas».
–La lucha contra el bloqueo es parte de la labor que realizan…
–Todos los meses planificamos actividades para los días 17 y en el último fin de semana. Nuestros círculos convocan a movilizaciones para manifestar su rechazo a la criminal política y a las agresiones estadounidenses. Lo hacemos en las plazas donde están ubicados los monumentos más importantes: abrimos una pancarta o un gran telón en la cual se exprese la inconformidad contra el bloqueo, y tomamos fotografías para enviar a los periódicos y posicionarlas en las redes sociales.
«Nos hemos unido a una campaña europea en contra del bloqueo, liderada por amigos de Alemania y de Suiza. Tenemos vínculos, además, con la Coordinadora Europea de Solidaridad con Cuba y con las organizaciones de cubanos residentes en Europa».
–¿Cuáles son los planes inmediatos?
–Para el mes de septiembre llegarán unos 500 médicos cubanos a la ciudad sureña de Calabria, Italia. Nosotros estaremos a cargo del cuidado de esos profesionales y brindaremos todo tipo de apoyo para su mejor estancia.
«Nos preparamos para celebrar el 13mo. Congreso de la organización del 4 al 6 de noviembre en la ciudad de Brescia, con la presencia de 150 delegados en representación de los 77 círculos que agrupan a 4 500 asociados. Pensamos aprobar otras iniciativas y reflexionaremos sobre la realidad cubana».
–¿Por qué el amor a Cuba?
–Provengo de una familia con militancia en el Partido Comunista y en mi casa hubo muchos libros de historia. Con el libro Diario del Che en Bolivia, me atrajeron los valores humanos de ese líder y con la introducción firmada por Fidel hice la promesa de visitar Cuba. Mi primer viaje lo hice en 1988. Resultó ser una experiencia magnífica y, a mi regreso, de forma inmediata me incorporé al trabajo de la solidaridad.
Desempeñé diferentes responsabilidades hasta asumir la presidencia nacional y fui merecedor de la Medalla de la Amistad, otorgada por el Consejo de Estado de Cuba.
«Siempre he dicho que este país, este pueblo y esta Revolución cuentan con mi apoyo incondicional y mi ayuda solidaria para enfrentar a ese enemigo común que es el imperialismo».
Tomado de Granma