Heroicidad en horas de prueba

Durante los días del incendio en la Base de Supertanqueros de Matanzas, los miembros de las Fuerzas Armadas Revolucionarias (FAR) con quienes se tenía la oportunidad de conversar repetían siempre en algún momento: «Los bomberos son los héroes».
Y en esa declaración, rotunda, nada había de falsa modestia, y sí mucho de admiración por quienes llamaban «nuestros hermanos del Ministerio del Interior».
Por ellos, los que combatían el fuego y quienes habían desaparecido bajo su furia la madrugada del sábado 6 de agosto, y por el pueblo matancero que miraba absorto la amenazadora columna de humo, decían que trabajaban, y así lo hicieron durante más de cinco jornadas continuas, sin cesar ni un minuto.
Pero callaban que muchos de ellos también estuvieron desde el inicio mismo del siniestro en la primera línea, arriesgando sus vidas, con una disciplina irrestricta que los hacía casi anónimos.
En el alma popular quedará siempre el agradecimiento hacia los pilotos que atravesaban la bahía con sus helicópteros cargados de agua, y por la valentía con que sobrevolaban las llamas, aun en los momentos en que el incendio arremetía.
Fueron ellos la parte más visible de un esfuerzo que implicó, desde el mismo terreno, a jefes principales de las FAR y del Ejército Central, y a cientos de efectivos entre tripulaciones de vuelo, operadores de drones, personal encargado de obras ingenieras (instalación de bombas de agua, construcción de barricadas, etc.) y enfermeros y doctores en el Puesto Médico de Avanzada y en el hospital militar Mario Muñoz Monroy.
Hombres y mujeres, vehículos, recursos; las fuerzas y medios de la Región Militar Matanzas y otras unidades del país… todas las capacidades de la institución armada se pusieron en función de organizar estrategias, coordinar esfuerzos, así como facilitar las comunicaciones y las otras tareas del aseguramiento logístico, esencial para el control y la posterior extinción del incendio.
Ahora, en la recuperación, su aporte es aún vital. Nada hay de retórica en la afirmación de que las Fuerzas Armadas son el pueblo uniformado; esa condición de parte del país que siente la nación, y contribuye a moverla y a sostenerla, ha quedado una vez más demostrada, sin duda posible.
La victoria sobre el fuego en la Base de Supertanqueros de Matanzas tiene también los nombres de los combatientes de las FAR. Ellos son igualmente héroes y heroínas de estas horas de prueba para la Isla.
Tomado de Granma