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La chapuza diplomática de la Embajada de Estados Unidos y sus aliados

Una vez más vuelve a convertirse la Embajada de Estados Unidos en Cuba en abanderada de la desestabilización y la violencia. Ahora, cuando ya ha pasado un año del 11 de julio de 2021, vuelven a hablar de “derechos humanos y democracia”, de la necesidad de que vuelvan las “protestas espontáneas y pacíficas”. Con ellos, el cinismo no encuentra fin.

Luego de haber incitado a la violencia, pagado por actos vandálicos, recrudecido el bloqueo y atentado contra el bienestar del pueblo cubano, se atreven a hablar de garantías constitucionales.

Pero ellos no están solos. Como buen imperio, tienen su corte que les sigue y los aplaude. Otros, de forma explícita o no, se han sumado al discurso de la desunión. Es fácil promover el caos popular, cuando no se trata de su propio país. Si habláramos de sus naciones, segura que otro gallo cantaría.

Cuando ascienden las corrientes reaccionarias en el mundo, el nacismo parece una triste realidad emergente en algunos lugares y la violencia se impone, resulta cada vez más importante apostar por la paz y la cohesión. Ya la voluntad del pueblo cubano se manifiesta en su sistema político. No aceptaremos que nadie venga a imponernos decisiones desde afuera.

“Me gustaría compartir por qué mantengo un optimismo férreo de que el futuro de Cuba será brillante, sobre todo después de acompañarlos a través de algunos de los momentos más icónicos de la historia reciente de esta bella isla”, dijo el Encargado de Negocios de Estados Unidos en Cuba, Timothy Zuniga-Brown, en la celebración del 246 aniversario de la independencia en la sede diplomática del país norteño.

Al menos en una parte del mensaje podemos coincidir. El futuro de Cuba será mejor, próspero y sostenible, construido por sus propios hijos. La Revolución no propone más que eso.

Y sí, ha desempeñado su cargo durante momentos relevantes, pero claramente negativos. Ellos siguen causando los más grandes problemas de la Isla, apadrinando a la mercenaria contrarrevolución cubana y batiendo palmas ante el cerco del bloqueo.
No lo vi llorar por los 220 muertos que hubo durante las festividades del Día de la Independencia en su país. Parece que ellos mismos tienen otros asuntos de los cuales ocuparse.

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