Hace tan solo uno días fue publicado el Ranking Mundial de Científicos (AD Scientific Index) de 2024, donde se dio a conocer el cimero lugar de la Mayor de las Antillas en este ámbito.
Integraron la prestigiosa lista unos dos mil 507 profesionales de 44 instituciones cubanas, vinculados a centros de investigación y universidades cubanas. Esta es tan solo una de las muestras del reconocimiento alcanzado a nivel internacional por la ciencia en el periodo revolucionario, puesta a disposición de todos los países del mundo.
La jornada de homenaje a los profesionales de esta esfera se celebra cada 15 de enero, en conmemoración al natalicio del eminente científico cubano Carlos J. Finlay, quien descubrió el agente transmisor de la fiebre amarilla en 1881.
Ciencia cubana: Un camino de la Revolución
Las múltiples disciplinas investigativas en la Isla han alcanzado importantes logros en diversas áreas, destacándose la medicina, la biotecnología, la agricultura sostenible y la energía renovable, entre otras. Uno de los mayores hitos es el desarrollo de vacunas contra enfermedades como la meningitis B, la hepatitis B, el cáncer de pulmón y el cáncer de próstata, así como el tratamiento con el Heberprot-P para las úlceras del pie diabético.
Asimismo, los inmunógenos fabricados en nuestro país dieron la vuelta al globo en el punto más álgido de la pandemia de Covid 19. Los profesionales cubanos fueron capaces de generar 5 candidatos y la primera vacuna latinoamericana, Abdala. Para finales de 2021, se había probado la efectividad de dos inmunógenos más: Soberana 02 y Soberana Plus, elaboradas por el Instituto Finlay de Vacunas (IFV). Venezuela y Vietnam fueron los primeros en hacerse con dosis de Abdala. Les sucedieron San Vicente y las Granadinas, Nicaragua, Irán, Siria y México.
En el ámbito de la biotecnología, Cuba ha logrado importantes avances, siendo pionera en la producción de medicamentos biotecnológicos y en la investigación con células madre. La Isla ha demostrado su capacidad para desarrollar tecnologías innovadoras que han impactado positivamente en la salud y el bienestar de las personas.
En cuanto a la agricultura sostenible, se implementan prácticas innovadoras que promueven la producción de alimentos de manera respetuosa con el medio ambiente. Destacan los métodos agroecológicos y por el fomento de la agricultura urbana, contribuyendo así a la seguridad alimentaria y al desarrollo sostenible.
La investigación resulta fundamental para el desarrollo de cualquier país, pues permite encontrar soluciones a problemas complejos, mejorar la calidad de vida de la población y contribuir al progreso económico y social. En el caso de Cuba, la inversión en ciencia y tecnología ha sido una prioridad, lo que ha permitido que el país cuente con una sólida base científica y tecnológica.
En medio de los ataques, la ciencia prevalece
La ciencia cubana ha demostrado que, a pesar de las limitaciones económicas y tecnológicas impuestas por el bloqueo, es posible lograr avances significativos en diferentes campos. La colaboración internacional y la apertura al intercambio de conocimientos son fundamentales para el desarrollo, y en ese sentido, instituciones locales han establecido alianzas con diversos países y organizaciones para fortalecer su capacidad científica.
Estos logros en diferentes esferas revelan el potencial científico y tecnológico de Cuba. La inversión en ciencia y tecnología ha sido una prioridad para el país, lo que ha permitido que los avances importantes, con impacto directo en la calidad de vida de la población y en el desarrollo socioeconómico.
En resumen, el Día de la Ciencia Cubana es una oportunidad para reconocer y valorar el trabajo de los científicos cubanos. Este es un pilar fundamental para el progreso y bienestar de la sociedad, y en Cuba, la labor de los científicos ha sido clave para enfrentar desafíos de los tiempos actuales.
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