La ética en Fidel Castro Ruz
A propósito de su 98 cumpleaños, el 13 de agosto.
La ética tiene que ver con las reglas y normas de conducta de las personas, con sus deberes ante la sociedad, la patria, el Estado… Es la ciencia que trata de la moral, de su origen y su desarrollo.
En Fidel; la ética fue siempre una constante, un principio puesto de manifiesto a lo largo de toda su vida y su actuar cotidiano, por ejemplo:
Cuando encabezó el grupo que atacó el Cuartel Moncada, estando en la parte del mayor riesgo y peligro, donde se mantiene hasta el final cubriendo la retirada de los asaltantes.
Cuando no vacila en reconocer, en el juicio, que él es el jefe de la acción.
Cuando permanece ante los compañeros prisioneros, por los sucesos del Moncada, con la frente en alto, sin avergonzarse de lo realizado.
Cuando durante su alegato “La historia me absolverá”, reivindica a los caídos, le rinde honor y arremete contra el tirano y su régimen cruel, sabiendo las con secuencias que esto, en el orden personal, le podría traer.
Cuando del yate Granma, cae un combatiente al mar, y no renuncia a su búsqueda, hasta que es rescatado y salvado de una muerte segura.
Cuando después del desastre de Alegría de Pio, no pierde la fe en la lucha ni la confianza en la victoria y al conocer que cuentan con 7 fusiles exclama: “¡Ahora sí ganamos la guerra!”.
Cuando es el primero en tomar parte en los combates, aún cuando sus compañeros insisten en impedírselo.
Cuando trata a los prisioneros de guerra con el mayor respeto y sentido del derecho humano.
Cuando, en la Sierra, respeta y hace respetar a los campesinos, a sus familiares y sus propiedades personales.
Cuando realizó largas jornadas en los cortes de cañas, como un ciudadano más o cuando se situó al frente del rescate de las victimas del ciclón Flora.
Cuando se metió en la Sierra del Escambray a capturar bandidos o cuando se presentó en Playa Girón y dirigió los combates hasta la derrota de la invasión.
Cuando decide luchar por el regreso a la patria de un niño secuestrado en las entrañas del imperio o cuando, igualmente, decide no cesar hasta el regreso de los 5 héroes prisioneros del imperio, por defender a su patria.
Cuando en tantas ocasiones, en Angola, nunca dejó ni a un solo combatiente abandonado, por adversas que fueran las circunstancias, como ocurrió en Cangamba o Cuito Cuanavale.
Cuando en agosto de 2004, ante la turba de elementos contrarrevolucionarios y delincuentes, que crearon disturbios en la capital, se presentó en el lugar de los hechos a reclamar la cuota de riesgo que le correspondía.
Cuando en todas las tribunas del orbe defiende los derechos de los pobres y oprimidos del mundo, sin temor alguno.
Cuando actúa consecuentemente y sin vacilación en defensa de los principios, las ideas y la verdad.
Cuando no permitió que se le otorgara ninguno de los más altos títulos honoríficos que concede el Estado Cubano, y pidió que no se les erigieran monumentos.
Cuando expone su concepto de Revolución, en el que afirma “No mentir jamás ni violar principios éticos”.
¡Cuantas cosas más pudiéramos decir!
…Pero a Fidel lo conocemos muy bien, y sabemos que supo hacer de la modestia, el desinterés material y la solidaridad humana una norma de conducta y del deber un sentido de su vida.