Cuba: ¿Lugar al que se huye o escapada de la realidad?

Un reciente post del congresista estadounidense Carlos A. Giménez en la red social X se volvió viral. Sugería Giménez que Nicolás Maduro huyera a Cuba, como si fuera el presidente venezolano un delincuente y Cuba un refugio para los forajidos de la ley. Está, el pobre, tan acostumbrado a su presidente criminal y a caminar rodeado de terroristas y asesinos libres en las calles de Florida, que cree que todos los mandatarios y países son como el suyo.
Intenta, tal vez, desde un intento de humor, reflejar una visión sesgada de Cuba. Presentar a la isla no como un destino turístico, sino como un refugio para los prófugos de la justicia o un símbolo de castigo. Sin embargo, hay una realidad que no puede obviar: Cuba es, desde hace décadas, uno de los principales destinos turísticos del Caribe.
En la edición del 2025 de los premios Best of the Best de los Travelers’Choice Awards, del grupo TripAdvisor, Cuba ocupó el puesto número dos de los destinos más populares de la región caribeña, el 25 como destino cultural a nivel mundial. Entre las mejores playas, según las votaciones de los viajeros, Varadero ocupa el sexto lugar en el ranking mundial y el segundo en el Caribe, región en que la sigue la Playa Pilar, ubicada en el Cayo Guillermo, en el quinto puesto.

A pesar de las campañas en redes sociales contra los hoteles cubanos, tres de ellos se encuentran entre los preferidos del Caribe: Vila Galé del Cayo Santa María, Iberoestar Grand Packard de La Habana y el Selection Iberoestar Varadero, en el tercer, quinto y onceavo puesto, respectivamente.
La imagen de Cuba como un “refugio criminal donde la inseguridad crece cada día”, no es más que una campaña político-mediática que busca restarle visibilidad a su riqueza turística.
La mayor de las Antillas tiene una rica biodiversidad con más de 300 especies endémicas y cuenta con nueve sitios declarados Patrimonio Mundial de la Humanidad por la UNESCO, lo que lo hace atractivo para ecoturistas y aficionados de la historia y la arquitectura.
Cuba no es un lugar al que se huye. Es un lugar al que se llega: por amor al jazz, por pasión por la historia, por deseo de marcar la diferencia en un mundo que a veces olvida que hay destinos que no se miden en dólares, sino en sonrisas. Mientras el mundo debate ideologías, los turistas siguen eligiendo Cuba. No como refugio. Como hogar temporal.






