Confianza, fe, esperanza, optimismo, amor y pasión

Hoy les hablo de todo corazón, más orgulloso que nunca de ser cubano esa isla heroica que ha sabido resistir y luchar por la justicia, la igualdad y la soberanía. Les hablo como un hermano que comparte con ustedes las alegrías y las penas, los sueños y las esperanzas, los desafíos y las victorias.
Conozco muy de cerca lo que es el odio, el asedio y el bloqueo, lo sufrimos cada día de nuestras vidas, sé que no es para nada fácil. Toca enfrentar las carencias, las dificultades, las limitaciones que nos imponen tanto en lo económico y mediático. Sé que es muy difícil mantener la fe y la confianza en este inmenso proyecto social, cuando nos bombardean con mensajes falsos y manipulados que pretenden desmoralizarnos y dividirnos. Pero también sé que somos un pueblo valiente, digno y solidario. Que somos un pueblo que no se deja engañar fácilmente, que no se rinde ante presiones ni amenazas.
Somos un pueblo que sabe apreciar lo que tiene, lo que con tanto esfuerzo se ha construido, lo que con tanto sacrificio y coraje hemos defendido. No nos dejemos seducir por la vida suntuosa, banal y vacía que nos quieren vender. Con eso solo intentan subvertir y socavar nuestra capacidad de resistencia. Esas cosas no tienen valor ni sentido si no van acompañadas de libertad, de dignidad, de humanidad. Son el producto de un sistema neoliberal que genera odio, desigualdad, pobreza, violencia y destrucción. Lo vemos cada día en estos países donde muchos decidimos vivir en algún momento de nuestras vidas por las razones que fueran.
No creamos en las mentiras que nos dicen desde los medios de comunicación al servicio del imperio. No son más que instrumentos de propaganda y manipulación que buscan crear confusión, descontento y desesperanza. No son más que voceros de los poderosos y de los gobiernos que quieren dominar el mundo a su antojo y a costa de los pueblos. No son más que agentes de la subversión y la desestabilización que quieren acabar con nuestra Isla bella.
No somos el proyecto perfecto, exento de errores, pero la carga que pesa sobre hoy sobre la familia cubana, la crisis en que vivimos lleva su mayor acento en el bloqueo criminal e inhumano que nos imponen, fortalecido por la pandemia y por quienes quieren aprovecharse de la situación creando el caos y violencia.
No perdamos la esperanza ni la voluntad de seguir adelante. Tenemos muchas razones para sentirnos orgullosos y optimistas. Tenemos una historia gloriosa de lucha y resistencia. Tenemos un legado histórico de resistencia y sabiduría para afrontar estas batallas. Tenemos un sistema político y social basado en el poder popular y el bien común con salud, vivienda, educación, seguridad garantizada. Tenemos la inteligencia y sabiduría necesaria para seguir mejorando y construyendo ese inmenso proyecto que nos legaron. La meta mantenernos unidos, firmes y leales. Trabajemos con eficiencia, creatividad e innovación. Defendamos nuestra soberanía e independencia con valor y convicción. Hermanos, nada es imposible cuando nos acompaña la razón y el amor. Confianza, fe, esperanza, optimismo, amor y pasión.
Por Humberto Pérez