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¡Comienza la pasión!

Dios, perdón, Donald Trump, el mismo que impuso 142 medidas contra los cubanos de la isla y de ultramar; el que generó las bases para el mayor éxodo de la historia reciente en Latinoamérica (la cosecha le pertenece); el de las leyes que acumularon la tensión migratoria en la frontera de México, construyendo un muro que jamás sirvió para algo, o sí, para acumular penas y desasosiegos de miles de emigrantes truncados en sus intenciones; el que dio rienda suelta a varios cambios de gobiernos en el orbe y especialmente en la región por presiones económicas; el que promovió golpes parlamentarios altisonantes.

Sí, el genocida que apostó por una limpieza social a nivel global (“morirán los pobres”) a causa de la pandemia y eran tan profundas sus ansias de “limpieza” que su boca lo traicionó recomendando tomar cloro —¿una ironía política?; el que llevó a los EE.UU. a alcanzar 43 millones de pobres e indigentes; el que azuzó contra la democracia para que la ultraderecha asaltara el Capitolio; el que se robó papeles secretos que pertenecían a los Estados Unidos; el que escándalos tras escándalos va escalando nuevamente en la atención del electorado norteamericano; sí, ese mismo que usted recuerda por tener el pelo naranja y ser un excéntrico; quien quería tener en Cuba negocios…

Trump declaró que el asalto al Capitolio fue “un día hermoso e increíble”.

Después que en días recientes ofreciera algunos tips oportunistas a la opinión pública tales como:  «China acaba de tomar el control de Cuba en la práctica. ¡Jamás habría pasado bajo la Administración Trump!» (…) «lo que le están haciendo a Estados Unidos los lunáticos de la izquierda radical». (…) «Somos un país en grave declive y esto solo va a ir a peor» (en este último fue muy certero).

Anjá, ese “ex” que pretende volver a la presidencia del “país en grave declive” ha declarado además que  si llega a presidente le dará al gobierno chino 48 horas para sacar sus tropas y equipamientos militar de Cuba.

Vale…, todo vale para un político que conoce la psicología de la comunidad cubana en la Florida, polarizada al republicanismo. Sencillamente “Dios” está en campaña presidencial anticipada a pesar de tener pendientes varias causas. Ya lo hizo con una serie de juicios “preconcebidos” en su primera vez a la presidencia.

La comunidad cubana es importante para llegar a la oficina oval, más que el número de votos que puedan generar, importa a los políticos el financiamiento que representa el «lobby cubano» y sus acólitos*.

Muchos harán dinero apoyando a Trump, otros asegurarán el futuro de sus emporios haciendo grandes contribuciones y los más, los que apenas tienen para la renta, la comida y la remesa a los familiares en Cuba; los que sostienen el sueño americano intacto, defenderán un poder que jamás tocarán. Es la comunidad cubana “de a pie” cada vez más frustrada y que ahora cuentan con “destacados” influencers (manejadores de rebaños) magullándole la conciencia, minuto a minuto.

¡COMIENZA LA PASIÓN!

Acólitos* remítase a la idea de esos bichos en descomposición ética y moral (recuerden a Frank Kafka) que se van transformado en enemigos de su propio yo.

Redacción Razones de Cuba

Trabajos periodísticos que revelan la continuidad de las acciones contra Cuba desde los Estados Unidos.

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