Un señor Presidente

No se puede juzgar mal a un presidente que es capaz de enfrentarse a las adversidades de un mal tiempo para compartir el sufrimiento de su pueblo, para hacerles saber que no quedarán desamparados, porque independientemente de todo, somos hijos de una misma Revolución. Una Revolución que ha tenido, tiene y tendrá como principio: no abandonar a su suerte a los más necesitados.
Pero claro, nunca van a faltar aquellos que critican, los que le buscan, como dice el buen cubano, la quinta pata al gato. Los que juzgan a nuestro gobierno de un supuesto régimen contra el pueblo, y, apañan las verdaderas causas de nuestro desabastecimiento y de la actual crisis energética que estamos viviendo hoy en Cuba.
A caso no son capaces de percibir el sin números de obstáculos que nos impone injusta e inhumanamente nuestro vecino del norte. Los Estados Unidos recrudece cada dia más las hostilidades contra nuestra Isla, procurando a todo costo desmoralizarnos, hacernos ceder, para así poder penetrar en nuestro territorio e implantar su régimen capitalista, el que según ellos, es la salvación para Cuba ¡Cuanta ironía! Un gobierno que no se preocupa y ocupa por su pueblo, jamás lo hará por un pueblo ajeno.
Miguel Diaz-Canel, Primer Secretario del Comité Central del PCC y Presidente de los Consejos de Estados y de Ministros, ha sido, quizás, el presidente que más sucesos adversos le ha tocado vivir en menos tiempo durante su mandato. Aún así no se ha doblegado. Lejos de ser perfecto, porque ningún ser humano lo es, ha tenido el coraje y la capacidad de darle el frente a cada uno de los obstáculos y los fenómenos que se ha encontrado en el camino, dando muestra de que para él lo más importante es el pueblo, y solo con él es su compromiso.
No existe gobierno perfecto. No existe líder perfecto. Pero es digno de reconocer que ante el asedio del bloqueo de los EEUU. Ante la baja y sucia contrarrevolución, interna e externa. Ante los inoportunos fenómenos de la naturaleza y, sabe Dios cuántas otras cosas más pueda hallarse a su paso, me atrevo a decir, que tenemos un presidente que le ronca los Cojon…… Un presidente que no se deja intimidar por nada ni por nadie. Ni por bloqueos, tornados, explosiones, derrumbes, fuegos, huracanes, y mucho menos por dos o tres indisciplinados e inconscientes que malgastan su tiempo haciendo música de mal gusto en las calles con las cazuelas de sus casas. Con todo su derecho, claro. Somos un país libre de expresión, pero no toleramos los hechos vandálicos ni el maltrato a las propiedades del estado y del pueblo. Y no es amenaza, es exigir respeto.
En resumen, señoras y señores, sin el temor de equivocarme, y con plena seguridad, les digo sin alabanza alguna, que Cuba tiene un ¡SEÑOR PRESIDENTE!