Convertirme en colaborador de este espacio para la comunicación y la reflexión, ha sido lo mejor que me ha sucedido en el último período.
Desde que asumí una participación más activa en las redes sociales, he aprendido a disfrutar participando desde varias plataformas digitales, defendiendo las Razones de Cuba.
Esto significa divulgar la verdad que intentan tergiversar nuestros enemigos y sus lacayos.
La fórmula es sencilla, porque la realidad cubana está ahí, se trata de narrar la historia desde las experiencias personales y el conocimiento, apostar a los sentimientos, hacerla amena y creíble para todos los públicos.
A nuestro favor tenemos, que los odiadores viven destilando veneno por los poros, deseando lo peor para nuestro pueblo y transmitiendo derrotismo.
Nuestras publicaciones irradian amor, solidaridad y decisión de echar pa’lante, pese a todos los obstáculos y dificultades.
Por eso, cualquier persona inteligente, honesta, honrada y laboriosa, no necesita siquiera ser revolucionaria, se percata, de forma inmediata, de qué lado está la razón.
En ocasiones nuestras publicaciones son atacadas por fanáticos del odio.
Tenemos que lograr articular en brazo unido ante estas manifestaciones, y responder con fuerza, con argumentos, de quienes somos la mayoría y de los que tenemos absoluta fe en la victoria.
