De plácemes está la jauría de odiadores contrarrevolucionarios y mercenarios, por la llegada de un nuevo “mesías”, esta vez enviado por Narco Rubio. Se trata de Mike Hammer, el plenipotenciario encargado de negocios de la flamante embajada del “País de las hamburguesas” en La Habana, personajillo que lleva 30 tristes años desestabilizando países que no se subordinan al imperio y vino con la misión de hacer todo lo posible para provocar la ruptura de las relaciones con Cuba y para lograrlo montará un show que incluye todo tipo de violaciones del derecho diplomático internacional.
Para hacerlo intenta resucitar mercenarios, delincuentes desgastados, se disfrazará de ovejita para tratar de acercarse a alguna figura de las artes, religiosas o cualquier persona que le sirva para la imagen mediática que necesita buscar por toda Cuba, necesarias para que impacten en la jauría de Miami y su jefe, vociferando a diestra y siniestra que está haciendo todo por salvar al pueblo cubano, el mismo pueblo que hace 60 años el imperio tiene bloqueado, y su jefe Narco todos los días inventa algo para incrementarlo. El bloqueo que es la causa principal de las carencias del pueblo de Cuba.
En su misión está provocar que el gobierno cubano ante tanta desfachatez y violaciones del derecho internacional, le propine la patada que se merece en el trasero a nombre del pueblo de Cuba y así dar por cumplida su misión, para que su jefe Narco, argumente más pretextos para seguir con la carrera de sanciones y bloque, pero ya el pueblo de Cuba tiene mucha experiencia en lidiar con estos personajillos, con este tipo de titiritero, porque este show lo han montado muchas veces.
Uno de los personajes desgastado que trata de resucitar es al experto en golpearse la cabeza contra una mesa y delincuente agresor de mujeres, el triste y no célebre José Daniel Ferrer, presentado este mercenario como “el mayor representante” del pueblo cubano. Qué ironía. La cuestión, a fin de cuentas, es mediática, no importa la moral ni los principios para los propósitos de estos odiadores mercenarios del imperio.
Este personajillo que se cree de verdad que es un mesías. Hipócrita. No tiene fe ni le importa un bledo la religión ni los creyentes en Cuba, ni la cultura cubana, lo que quiere es propaganda para sus actos de provocación, por su recorrido nacional, las visitas a nuestro santuario de la Virgen de la Caridad y del Cobre y a distintos lugares que le pueda servir de escenario para sus espurios propósitos.
Este personajillo, al igual que los que lo antecedieron se estrellará contra la voluntad firme, la moral y los principios de un pueblo que no se dejará arrastrar por cantos de sirena, ni se confundirá con lobos vestidos de oveja y que saldrá adelante como siempre trabajando.
