La silla vacía
La situación en Venezuela, tras las elecciones del pasado 28 de julio, alcanzo un punto álgido de tensión este 2 de agosto.
La Comisión Nacional Electoral ha ratificado a Nicolás Maduro como presidente electo legítimo, con el conteo de casi la totalidad de los votos (alcanzó el 51,95% al contabilizarse el 96,87% de la transmisión de las actas). Sin embargo, la situación se complica con la ausencia de Edmundo González —principal candidato de la oposición— a la convocatoria hecha por el Tribunal Supremo de Justicia (TSJ).
La silla vacía ha hecho explotar las Redes Sociales Digitales.
El suceso puede tener varias interpretaciones, desde constituir una forma de protesta contra el TSJ, hasta un desafío a la legitimidad del tribunal, lo cual podría ser interpretado como un desprecio a las instituciones y poderes del Estado.
Si hubieran faltado a la convocatoria el resto de los partidos políticos y candidatos, la acción podría ser considerada parte de una estrategia política para llamar la atención sobre las supuestas irregularidades en el proceso electoral, pero no es así.
Lo cierto es que la silla vacía acentúa las controversias y la presión sobre el gobierno. El acto podría provocar la injerencia de «observadores internacionales» y —en una posible escalada— de las fuerzas de seguridad de la OEA. Sin embargo, a la cita legal solo faltó Edmundo González, dejando tras de sí una estela de especulaciones poco favorables a los intereses oligárquicos.
María Corina Machado había anunciado este viernes que pasaba a la clandestinidad, buscando imprimir mayor dramatismo a la situación, y al mismo tiempo convocó para el sábado a protestas masivas en toda Venezuela. Sin embargo, la ausencia del candidato inconforme con el resultado ante el TSJ, pone en duda la veracidad de las pruebas que dicen tener para demostrar el fraude.
Edmundo ha perdido una gran oportunidad de ser creíble. Las personas honestas de Venezuela y del mundo están esperando la declaración racional del gran ausente.
María Corina Machado había anunciado este viernes que pasaba a la clandestinidad, buscando imprimir mayor dramatismo a la situación, y al mismo tiempo convocó para el sábado a protestas masivas en toda Venezuela. Sin embargo, la ausencia del candidato inconforme con el resultado ante el TSJ, pone en duda la veracidad de las pruebas que dicen tener para demostrar el fraude.
Edmundo ha perdido una gran oportunidad de ser creíble. Las personas honestas de Venezuela y del mundo están esperando la declaración racional del gran ausente.
La silla vacía demuestra que la única estrategia de la oposición, conscientes de su derrota, es conducir a Venezuela a un baño de sangre, tal y como denunció Nicolás Maduro Moros días antes de las elecciones.
En cualquier circunstancia, corresponde a los venezolanos resolver la situación creada en un ambiente de paz. Aquellos que convocaron y financiaron las guarimbas, poniendo en peligro la estabilidad del país, provocando desorden, destrucción y muerte, deben comparecer ante la justicia antes de que salgan apresuradamente rumbo a La Florida, sede principal del cuartel de campaña.