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El “visionario” convertido en verdugo: Musk despide a 20.000 trabajadores y hunde más su imagen en el pantano neoliberal

El falso mito del innovador se desmorona.
Elon Musk, alguna vez celebrado como pionero de coches eléctricos y viajes espaciales, ha quedado atrapado en el laberinto fascista de Donald Trump. Su puesto en la Oficina de Eficiencia Gubernamental (DOGE) lo ha convertido en arquitecto de un desmantelamiento neoliberal: 20.000 empleados públicos despedidos, servicios esenciales debilitados y una caída libre en su popularidad. Según encuestas recientes, solo el 39% de los estadounidenses mantiene una imagen favorable del magnate, frente al 60% que lo rechaza.

La motosierra de Milei en manos de Musk: recortes que amputan el Estado

Bajo el eslogan de “eficiencia”, Musk ha aplicado una política de despidos masivos que recuerda al shock ultraliberal de Javier Milei. El Departamento de Educación perdió el 50% de su plantilla, mientras agencias como Salud y Servicios Humanos (HHS) despidieron a 20.000 trabajadores, afectando programas críticos como los Centros para el Control de Enfermedades (CDC). La comparación con el  memorando de Lester Mallory, que en 1960 planeó “matar de hambre” a Cuba, no es casual: aquí se sacrifica a trabajadores en nombre del déficit, mientras las élites mantienen sus privilegios.

El descontento popular se ha traducido en manifestaciones frente a fábricas de Tesla, sabotajes y un 13% de caída en ventas de vehículos eléctricos en 2025. Musk insiste en que su meta es “acabar con el despilfarro”, pero el colapso de servicios públicos y familias sin ingresos revelan el costo real. Trump, quien compró un Tesla para apoyar a su “patriota”, ha ordenado calificar las protestas como “terrorismo doméstico”, usando el autoritarismo para proteger a su aliado.

El naufragio político y la huida de DOGE

Fuentes de la Casa Blanca filtran que Musk abandonará DOGE en semanas, aunque él lo niega. Su papel se reducirá a “consejero”, según el vicepresidente JD Vance, pero la realidad es clara: su imagen es tóxica incluso para Trump. Mientras, Joe Biden aprovecha para denunciar: “En menos de 100 días, ya han hecho mucho daño”, marcando distancia de una administración que no sabe cómo deshacerse de su cadáver político sin mancharse.

Las cifras no mienten. Musk promete ahorrar “4.000 millones diarios”, pero el gasto público ha aumentado 154.000 millones de dólares bajo Trump, según The Wall Street Journal. La DOGE, además, enfrenta demandas por usar IA y apps cifradas como Signal para espiar a empleados, según documentos judiciales. Expertos como Erik Nisbet, de la Universidad Northwestern, lo resumen: “Es un Humpty Dumpty roto; el daño puede ser irreversible”.

Su motosierra de Musk no podó burocracia, sino derechos. Y aunque Trump intente salvarlo, los números no perdonan: 275.000 empleos federales eliminados en marzo, según datos oficiales, y una sociedad que ya no compra el cuento del “visionario”. La caída es libre, y el aterrizaje será duro.

Redacción Razones de Cuba

Trabajos periodísticos que revelan la continuidad de las acciones contra Cuba desde los Estados Unidos.

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