El modo de gobernar marca la diferencia
En estos días, en que dos huracanes azotaron nuestro territorio, una vez más se puso de manifiesto la valía de nuestro Sistema de Defensa Civil, así como la prioridad que la máxima dirección de nuestro Partido y Gobierno presta a estos fenómenos. Sobre todo a lo relacionado con la preservación de las vidas humanas, que es para nuestro sistema socialista lo más importante, siendo así uno de los países en que menos victimas mortales se lamentan durante esos eventos climáticos.
Además de todas las medidas preventivas que se adoptan, desde la alerta temprana, y luego durante sus diferentes fases, nos hace sentir seguros, protegidos y debidamente informados, sabiendo que en casos de afectaciones podremos contar con una rápida y oportuna ayuda y, con la solidaridad del pueblo.
Desde los primeros momentos se activó el Consejo de Defensa Nacional, que sesionó diariamente, evaluando la situación y adoptando decisiones precisas, y se enviaron cuadros del Partido y del Gobierno para los lugares afectados y la respuesta fue inmediata y muy efectiva. Los damnificados tienen seguridad en que no quedarán abandonados a su suerte. También a pocas horas del paso del huracán los máximos dirigentes de la nación estuvieron presentes en los lugares de mayor afectación.
Inmersos en estos asuntos de los huracanes, conocimos del desastre en la Comunidad Española de Valencia, las torrenciales lluvias que provocaron grandes inundaciones, la muerte de más de 200 personas y cuantiosas perdidas materiales, algo que realmente lamentamos porque se trata de seres humanos que, al igual que nosotros sienten, padecen y sufren, por lo que merecen nuestra más sincera condolencia y solidaridad.
Viendo lo reportado en los noticieros de televisión, se observa una gran diferencia entre lo que acontece allá en Valencia, España, y lo que ocurre aquí en Cuba.
Allá al Rey Felipe VI, y a los presidentes del gobierno español y de la comunidad valenciana, que aparecieron allí, en Paiporta, luego de cinco días de reclamar ayuda para el rescate, fueron abucheados y le lanzaron lodo, por lo que fueron evacuados, con intervención de la policía y, se suspendió la visita ¡Que chasco!
Si eso que les pasó a las máximas autoridades españolas pasara aquí en Cuba, la noticia se hubiese esparcido por todo el mundo hasta saturar las redes sociales.
Pero eso que les ocurrió a los dirigentes españoles no nos pasa aquí, por el contrario, lo reciben con aplausos y consignas de reafirmación revolucionaria.
La razón es muy sencilla, dado que ¡El modo de gobernar allá y la forma en que se gobierna aquí, marca la diferencia entre ambos sistemas!