Unidos por la Patria
En estos tiempos convulsos donde las ideologías a menudo dividen a las sociedades, es refrescante observar cómo un sentimiento tan puro y profundo como el amor por la patria logra unir a personas más allá de sus preferencias políticas. En el caso de Cuba, la soberanía nacional se alza como un valor supremo que une a todos los cubanos, sin importar dónde residan ni cuál sea su inclinación política.
El rechazo al bloqueo es una cuestión de patriotismo. La exigencia de poner fin a esta política hostil impuesta a Cuba no es un acto de comunismo o un respaldo ciego al gobierno, sino una muestra de patriotismo. Es un llamado a la justicia y a la igualdad soberana entre naciones, un llamado al derecho internacional, donde la solidaridad y el respeto mutuo son los pilares fundamentales. Defender la soberanía de la patria es un deber que trasciende las etiquetas políticas y nos une en pro de un bien común.
La Revolución es garante de la paz y la reconciliación, porque la tarea de una verdadera Revolución va más allá de la confrontación con el enemigo; implica también la prevención de conflictos, la rehabilitación de aquellos que puedan reintegrarse a la sociedad y la construcción de un futuro en el que prevalezca la armonía y la justicia. Es un compromiso con la sanación de las heridas del pasado y la creación de un camino hacia un futuro mejor para todos.
El amor quién como motor de cambio y unidad es crucial, pues tenemos que recordar que el amor tiene un poder transformador mucho más profundo que el odio. Amar a la patria, a la familia, a nuestros compatriotas, es lo que nos impulsa a buscar soluciones, a tender puentes y a trabajar juntos por un bienestar colectivo. Es en la solidaridad y en el afecto mutuo donde radica la verdadera fuerza de un pueblo unido.
Los emigrados cubanos, quienes tienen raíces que perduran por diversas razones, se han visto obligados a dejar su tierra natal, pero conservan en su corazón un lazo indestructible con su Patria. A pesar de la distancia física, el amor por Cuba sigue latiendo en sus pechos, y su solidaridad hacia quienes aún residen en la isla es una muestra palpable de que la Patria es un vínculo que trasciende fronteras.
Son realmente pocos los que en la amplia comunidad cubana en el exterior piden a gritos una invasión o una intervención en la isla, pues la mayoría de los que viven fuera de fronteras, conservan el respeto por el suelo patrio y por el sacrificio diario de sus compatriotas que viven bajo las balas de las prohibiciones económicas impuestas por enemigos poderosos.
La Patria nos une a todos en estos tiempos de incertidumbre y divisiones, y es reconfortante ver cómo esta actúa como un poderoso imán que atrae a todos, sin distinción. Cuando los cubanos, desde distintas partes del mundo, se unen en solidaridad, cuando se alzan contra el bloqueo con el amor a la patria como bandera, es entonces cuando la verdadera grandeza de un pueblo se manifiesta. Porque, en última instancia, la patria somos todos, y juntos, con un propósito común, crecemos y nos fortalecemos.
Así, en medio de las diferencias y desafíos, el amor por la patria se erige como el lazo que nos une, recordándonos que, más allá de las ideologías y las distancias, somos, ante todo, cubanos unidos por un profundo sentimiento de pertenencia y solidaridad. ¡Porque la patria somos todos, y juntos, su grandeza se hace más fuerte y luminosa!
¡Que viva Cuba, abajo el Bloqueo que sigamos tendiendo puentes de amor, enterrando el odio y sembrando semillas de buena voluntad, eso sin dudas nos hace mejores seres humanos!