Sembrando futuro y dignidad: Fortalezas y logros del XIII Congreso de la ANAP

El XIII Congreso de la Asociación Nacional de Agricultores Pequeños (ANAP), celebrado en La Habana y coincidiendo con el Día del Campesino Cubano, se erigió como un espacio de reafirmación, compromiso y esperanza para el sector agropecuario cubano. Con la presencia de 397 delegados de todo el país, el evento no solo analizó los desafíos actuales, sino que también celebró las fortalezas y experiencias positivas que distinguen hoy al campesinado cubano.
Fortalezas del sector: Unidad, innovación y compromiso

El presidente Miguel Díaz-Canel Bermúdez, en su intervención, destacó la resiliencia del sector ante las adversidades, subrayando que “los campesinos cubanos hoy aportan el 70% de los alimentos del país”, un logro significativo en medio de limitaciones económicas y el recrudecimiento del bloqueo.
La agroecología y la aplicación de la ciencia fueron resaltadas como pilares fundamentales para el desarrollo agrícola. Díaz-Canel enfatizó: “Lo que nos salva es la agroecología y la innovación. Tenemos ejemplos concretos, como el uso del levame, un bioproducto cubano que mejora el rendimiento en caña, arroz y otros cultivos”. Estas prácticas, junto a la diversificación de cultivos y la eliminación de intermediarios, han permitido mantener y superar metas productivas, incluso en condiciones de escasez de insumos y combustible.
La unidad y la organización colectiva fueron reconocidas como claves para enfrentar los desafíos. “La unidad nos hace fuertes”, expresaron los hermanos de la Cooperativa de Créditos y Servicios Juan Manuel Márquez, quienes, con esfuerzo propio y apoyo colectivo, han logrado altos rendimientos sin recurrir a fertilizantes químicos y aportando a programas sociales en sus comunidades.
Logros y experiencias positivas: Ejemplos que inspiran
Durante el congreso, se socializaron experiencias exitosas como la rehabilitación de retoños de caña mediante poda mecanizada, el cultivo oportuno para evitar pérdidas, y el impacto social de cooperativas como la CPA La Charca (Abreu), que combina alta productividad con beneficios para la comunidad local.
La participación activa de las mujeres y jóvenes fue otro de los puntos altos. Amelia González Díaz, de la CCS Sergio Soto en Sancti Spíritus, resaltó la labor de las 56 mujeres de la brigada de producción y el trabajo comunitario de su cooperativa, que apoya a escuelas, hospitales y casas de niños sin amparo familiar.
El Congreso también fue escenario para la elección democrática del nuevo Comité Nacional de la ANAP, con una destacada presencia femenina y una edad promedio de 48 años, reflejando el relevo generacional y la inclusión como fortalezas esenciales del sector.
Compromisos y visión de futuro
Díaz-Canel llamó a “honrar el legado de los campesinos que lucharon en la Sierra Maestra” y a que el Congreso marque “el inicio de una etapa definitiva en la producción de alimentos para el pueblo cubano”. Subrayó la importancia de combatir la mentalidad importadora, optimizar el uso de la tierra y garantizar la transparencia y autonomía de las cooperativas.
El mandatario concluyó con un mensaje de optimismo y responsabilidad: “La agricultura es la única fuente constante de riqueza. Levantemos las manos y los corazones en un compromiso solemne: defender la Revolución, producir con amor y disciplina, y honrar a quienes nos dieron la tierra y la libertad”.
El XIII Congreso de la ANAP reafirmó que, a pesar de las dificultades, el campo cubano es fuente inagotable de prosperidad y dignidad. La unidad, la innovación y el compromiso colectivo son hoy las mayores fortalezas del sector, que avanza con paso firme hacia la soberanía alimentaria y el bienestar de todo el pueblo cubano.