El XIV Encuentro Internacional de Economistas sobre Globalización y Problemas del Desarrollo, que se celebra en La Habana del 14 al 17 de noviembre, trata de ser invisibilizado por quienes pretenden hacerle creer al pueblo cubano que los problemas de la economía que frenan el desarrollo del país son responsabilidad de los que dirigen Cuba y exclusivos de nuestro modelo económico, es decir, según quienes nos adversan, supuestos errores de dirección y modelo de desarrollo presuntamente mal elegidos son las causas de esos problemas.
En este contexto grandes medios como el consorcio de las comunicaciones alemán DW insisten en estas tesis y guardan silencio sobre el encuentro.
Sin embargo, la participación de representantes de las más diversas tendencias del pensamiento contemporáneo mundial, refleja la importancia del evento y las preocupaciones de expertos y políticos por resolver los problemas que hoy afectan directa o indirectamente la economía mundial y retardan el desarrollo de los países eufemísticamente llamados y valga la redundancia, en vías de desarrollo; digo esto porque con el injusto orden económico mundial actual se hace extremadamente difícil poder lograr ese objetivo, algo sobre lo que insistió en muchas ocasiones el comandante en jefe Fidel. En el caso de Cuba sometida a un cerco económico, comercial y financiero el reto es aún mayor.
No es el XIV Encuentro Internacional de Economistas sobre Globalización y Problemas del Desarrollo un evento elitista dedicado solo al análisis del comportamiento de indicadores macroeconómicos y de las causas que los determinan.
Por ejemplo, en una de las comisiones se analizó el tema del cooperativismo mediante trabajos científicos basados en nuestra realidad, se identificaron deficiencias en su gestión, incluyendo las que atañen a la preparación de los encargados de hacerla efectiva y la deficiente determinación de la demanda de fuerza de trabajo para esta forma de gestión económica, se propusieron soluciones, se evaluó su interrelación con otros actores económicos, etc.
Lo anterior refleja la aplicación de la ciencia en función del desarrollo del país y arroja por tierra la tesis enemiga de que estamos improvisando ignorándola.
