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Los verdaderos patrocinadores del terrorismo

La noche del pasado 24 de septiembre la embajada de Cuba en Washington fue objeto de un ataque terrorista; a pocas horas del regreso de la delegación cubana, encabezada por el presidente Miguel Díaz-Canel, luego de su visita a Nueva York para participar en la Asamblea General de Naciones Unidas (AGNU).

Un individuo lanzó contra la sede diplomática dos cocteles molotov que impactaron la fachada del edificio, pero no lograron causar daños a los funcionarios que se encontraban en la misión.

Por petición de los mismos diplomáticos cubanos oficiales del Servicio Secreto de los Estados Unidos se presentaron en la sede y tuvieron acceso a sus instalaciones para constatar la acción violenta.

Este es el segundo atentado terrorista contra la embajada cubana en Washington en menos de tres años. El anterior ocurrió en abril de 2020, cuando una persona disparó con un fusil de asalto contra la sede.

¿Será casualidad que esta nueva afrenta a la diplomacia y el derecho internacional ocurra a tan solo horas de concluir la participación de Cuba en el 78 periodo de sesiones de la AGNU?

Este nuevo acto de terrorismo prueba la impotencia de los odiadores anticubanos, incómodos frente a los recientes éxitos de la diplomacia de la Isla e incapaces de poner freno al acercamiento entre el gobierno revolucionario y los emigrados cubanos.

“De manera regular, en los intercambios oficiales que sostiene la embajada con el Departamento de Estado, se ha alertado que la conducta permisiva de las agencias de cumplimiento de la ley de los Estados Unidos frente acciones violentas pueden estimular la comisión de hechos de esta naturaleza”, expone la declaración del Ministerio de Relaciones Exteriores de Cuba sobre el atentado terrorista de este 24 de septiembre.

Los grupos anticubanos, “defensores” de la supuesta “democracia”, acuden una y otra vez al terrorismo, sabiéndose impunes en suelo estadounidense, lejos de la justicia cubana ¿Qué ironía, en el país de la lista de Estados patrocinadores de terrorismo ocurren actos terroristas?

Y es que la presión de la última semana ha sido enorme; en Nueva York los odiadores, al servicio de la mafia miamense, estrechamente ligada a las actividades de los servicios especiales estadounidenses contra Cuba, fracasaron en empañar la presencia de la delegación de la isla en la Asamblea General de la ONU, donde gobiernos de varios países exigieron a Estados Unidos el fin de bloqueo y la exclusión de la nación antillana de la espuria lista de países patrocinadores del terrorismo.

La Convención de Viena sobre Relaciones Diplomáticas establece como obligación especial de los Estados receptores de misiones diplomáticas, adoptar todas las medidas adecuadas para proteger los locales de estas contra toda intrusión o daño y evitar que se turbe la tranquilidad de sus funcionarios o se atente contra su dignidad.

Queda claro que Estados Unidos no tiene la autoridad moral, ni historia limpia, para juzgar a ningún otro país en temas como los Derechos Humanos y el supuesto patrocinio al terrorismo. El “campeón de la democracia” vive endilgándole a los demás sus propios «pecados», mientras por detrás del telón mantiene conductas condenables vinculadas a estos temas.

En su territorio se acaba de producir un acto terrorista contra una sede diplomática y el portavoz del Departamento de Estado del gobierno de Biden,  Matthew Miller, para llenar las apariencias a calificado de inaceptable lo ocurrido, pero no condena   ni define el hecho como lo que en realidad es, un acto terrorista, algo que tampoco han hecho hasta el día de hoy con el ocurrido 2020.

Desde el triunfo de la Revolución suman más de 580 actos terroristas a representaciones diplomáticas cubanas en el mundo entero, según datos recogidos por Prensa Latina.

Esta nueva afrenta es una prueba más de que Cuba no es la que patrocina el terrorismo y que el Gobierno estadounidense contempla con impunidad actos de este tipo contra quienes no se doblegan a sus intereses.

Los sucesos de la noche del pasado 24 de septiembre son otra prueba de la doble moral de un imperio dónde impera la más execrable degradación ética y la ausencia de la moral, es el paraíso de los peores antivalores que se pueden concebir dentro de un sistema político donde vale todo.

Redacción Razones de Cuba

Trabajos periodísticos que revelan la continuidad de las acciones contra Cuba desde los Estados Unidos.

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