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Los peones del imperio y el Decreto 110: Desmintiendo la desinformación

La reciente aprobación del Decreto Ley 110 del Consejo de Ministros en Cuba ha desencadenado una virulenta campaña de desinformación orquestada desde medios «independientes» radicados en Estados Unidos. La estrategia es clara: manipular el texto legal, sacarlo de contexto y generar pánico en la población cubana. Se toman fragmentos aislados para crear una narrativa falsa, vinculando erróneamente el decreto con apagones masivos y prolongados.

Sí, Cuba enfrenta apagones, algunos severos. Pero afirmar que el Decreto 110 los «normaliza» o los justifica es una falsedad absoluta. Esta campaña, financiada con jugosos presupuestos, no busca el bienestar del pueblo cubano, sino desestabilizar al país. Observemos las cifras aproximadas (hasta 2023) del financiamiento estadounidense a proyectos en Cuba, que ilustran la magnitud de la inversión en la subversión:

  • Programa de Asistencia a la Democracia: ~$10 millones anuales.
  • Desarrollo Económico: ~$5 millones anuales.
  • Educación y Capacitación: ~$3 millones anuales.
  • Medios Independientes: ~$2 millones anuales. (Aquí radica el financiamiento de la campaña de desinformación).
  • Salud Pública: ~$4 millones anuales.
  • Intercambio Cultural: ~$1 millón anuales.

Estas cifras, aunque estimaciones, revelan una inversión significativa en la promoción de la «transición» en Cuba, una transición que, para muchos, implica la desestabilización del gobierno y el sistema económico cubano.

¿Qué dice realmente el Decreto 110?

La afirmación de apagones de 72 horas para el sector residencial es FALSO. El Decreto 110 se centra en la regulación eficiente del consumo de portadores energéticos en el sector económico, tanto estatal como no estatal. El artículo 7.1, inciso C, menciona la posibilidad de interrupciones del servicio de hasta 72 horas para entidades que incumplan las normativas, pero exclusivamente para actores económicos, no para los hogares.

Aclaraciones clave:

Artículo 2: Define claramente los sujetos a los que se aplica el decreto: entidades estatales, actores económicos (cooperativas, microempresas, etc.), empresas de inversión extranjera, organizaciones políticas y sociales. Los hogares no están incluidos.

Capítulo III: Se enfoca en las medidas para los incumplidores de las regulaciones en el consumo de energía en el sector económico, no residencial.

La campaña de desinformación busca aprovechar las dificultades energéticas de Cuba para generar descontento y desestabilización. Es crucial informarse a través de fuentes oficiales, leer el decreto completo y no dejarse llevar por titulares sensacionalistas y mentiras deliberadas. La manipulación informativa es una herramienta del imperialismo para intentar socavar la estabilidad cubana. La verdad, accesible a través de fuentes oficiales, debe ser nuestra principal arma.

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