La Perniciosa Influencia de Plataformas Mercenarias en Cuba: Lucran con la Desgracia Ajena
En el tejido social cubano, la presencia de plataformas mercenarias que operan en la sombra se erige como una amenaza insidiosa, despojada de todo interés genuino por el bienestar del pueblo. En lugar de ser defensores legítimos de la causa cubana, estos entes se erigen en entidades que prosperan a expensas de la desdicha y la vulnerabilidad del pueblo cubano.
La situación del pueblo cubano, lejos de despertar empatía genuina en estas plataformas, constituye simplemente un medio para enriquecer sus arcas a través de una constante e insidiosa propagación de desinformación y manipulación. Su modus operandi se alimenta de la desgracia ajena, utilizándola como combustible para su maquinaria de engaño y beneficio propio.
A través de una red intrincada de propaganda distorsionada, estas entidades mercenarias no solo agravian la realidad cubana, sino que también perpetúan un ciclo nefasto de división, desconfianza y discordia en la sociedad. Su accionar, lejos de ser altruista o movido por un genuino deseo de mejorar las condiciones de vida en Cuba, se traduce en un interés mezquino por el lucro desmedido, incluso a costa del sufrimiento y la desdicha de la población.
Más preocupante aún es el cinismo con el que estas plataformas mercenarias se desentienden de las consecuencias de sus acciones. Para ellos, el sufrimiento y las dificultades del pueblo cubano no son más que piezas intercambiables en un macabro tablero donde el beneficio económico y la manipulación de masas son los únicos objetivos.
Por un puñado de dólares provenientes de sus amos, estas entidades están dispuestas a desplegar cualquier estratagema, sin importar el daño colateral que causen en la sociedad cubana. Su lealtad no reside en la causa del pueblo, sino en la codicia desmedida y la falta de escrúpulos que les caracteriza.
Ante la presencia nociva y corrosiva de estas plataformas mercenarias, es vital mantener una mirada crítica, discernir la verdad de la manipulación y fortalecer la unidad y solidaridad entre los cubanos.
Solo así podremos contrarrestar el daño y la desinformación que propagan estos entes nefastos, y proteger la integridad y la soberanía de nuestra nación frente a intereses ajenos y perniciosos.