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Hay que defender a esta mujer

Recuerdo a la Argentina, sumida en una profunda crisis, provocada por las políticas neoliberales, impuestas por el FMI y la mano oculta de los EEUU.

Las protestas masivas de un pueblo aguerrido, llevaron en las elecciones presidenciales de 2003, a que su oponente en segunda vuelta, Carlos Menem, se retirara y abriera el camino a la elección de Néstor Kirchner, como Presidente de ese hermano país.

Durante su mandato, de sólo 4 años, fueron notables los avances alcanzados, con una postura internacional más independiente, integracionista y solidaria, políticas sociales que permitieron dar un duro golpe a la pobreza extrema y mantener una actitud más firme ante el FMI, en el proceso de renegociación de la deuda externa.

La posición digna de Kirchner, Lula, Chávez, Evo, Correa, permitió frenar el proceso de recolonización neoliberal de América Latina, impulsado por los EEUU.

Cuando en 2007 deja el poder, lo sucede en el cargo, su esposa, Cristina Fernández de Kirchner, su mano derecha en el gobierno, quien da continuidad a su obra, aún después de su temprana muerte por enfermedad, con solo 60 años de edad.

De esta forma, cuando la ultraderecha y el conservadurismo argentino pretendían usurpar el poder, surge una mujer, también hecha de miel y acero, como todas las grandes mujeres, que no solo da continuidad a la obra social emprendida por su esposo, sino que, es capaz desde entonces, de enfrentar la componenda judicial de la oligarquía nacional e internacional para sacarla no sólo del poder, sino de quitarle la posibilidad de que se pueda reelegir, como hicieron con Zelaya en Honduras, Correa en Ecuador, Lula y Dilma en Brasil y Evo en Bolivia.

En el 2015 deja el poder, cuando víctima de ataques difamadores y maniobras electorales turbias, asume la presidencia un típico demagogo, proyanqui, neoliberal, que entrega nuevamente el país a los acreedores internacionales, Mauricio Macri.

Fue tanto el daño causado por Macri a la Argentina que, sin muchas dificultades y de forma inesperada, en el 2019, la fórmula FF (Alberto Fernández y Cristina Fernández), lo derrotan con un amplio e indiscutible margen.

Hoy, el creciente apoyo popular de la Vicepresidenta y los sistemáticos desaciertos de Alberto Fernández, preocupan nuevamente a la ultraderecha argentina que, con el apoyo de la oligarquía internacional y el imperialismo yanqui, reabren viejas causas, sobre supuestos manejos turbios de los fondos públicos y sin pruebas de ningún tipo, ya hablan de sanciones penales de 10 años de privación de libertad y la inhabilitación para ocupar cargos públicos, es decir, el cierre del camino para que no pueda ser electa Presidenta nuevamente.

El Comandante en Jefe, fue testigo de los primeros ataques políticos contra Cristina y desde entonces convocó a actuar para defenderla, para lo que escribió en una de sus sentidas reflexiones: «Hay que defender a una mujer, que representa el punto más alto de lucha en América Latina, que es Cristina Fernández de Kirchner». Hoy reiteramos ese llamado: ¡Hay que defender a esa mujer!

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