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Fidel: Ejemplo e Historia

El 4 de septiembre de 1945 nuestro Comandante ingresa en la universidad. A 60 años de este hecho expresa:

«…en esta universidad, donde llegué simplemente con un espíritu rebelde y algunas ideas elementales de justicia, me hice revolucionario, me hice marxista-leninista y adquirí los sentimientos que a lo largo de los años he tenido el privilegio de no haberme sentido nunca tentado, ni en lo más mínimo, a abandonarlos alguna vez. Por eso me atrevo a afirmar que no los abandonaré jamás».

Asegura con toda modestia que se sentía socialista. Creía haber adquirido todas las ideas, que no le faltaba ninguna para ser revolucionario. Simplemente estaba iniciando otro camino mucho más largo. Después confesó sentirse «diez veces, veinte veces, tal vez, cien veces más revolucionario de lo que era entonces…hoy estoy mil veces más dispuesto a entregar la vida que entonces”.

Recibe de pensadores revolucionarios como Martí inspiración, ejemplo y, en esencia, la ética. Al respecto encontramos en su actitud la conciencia plena, las convicciones profundas de que toda «la gloria del mundo cabe en un grano de maíz”, pues durante toda su vida de revolucionario estuvo atento, evitando la vanidad y  los afanes de gloria personal. 

De Marx le impacta cuando  lee el Manifiesto Comunista, uno de los primeros textos que le permiten comprender la sociedad y la historia de su desarrollo, para ofrecer argumentos  razonables sobre acontecimientos históricos y tendencias de la evolución social. Toda la literatura marxista lo conquista, le ofrece una revelación política, para entender desde el latifundio hasta  la lucha de clases.

El 10 de marzo de 1952, al producirse el golpe de Estado de Batista, sabía lo que era imperialismo y corrupción, pues formaba parte de una experiencia vivida. Marx, Lenin, Martí y la ética eran su brújula. Con sentido del momento histórico para cambiar todo lo que tenía que ser cambiado inicia la lucha armada en el Moncada, el 26 de julio de 1953. En aquel momento,  la concepción de la lucha y las ideas revolucionarias fundamentales están en La historia me absolverá. Aquí se evidencia la estrategia elaborada para el futuro: lanzar un programa revolucionario y organizar un levantamiento popular.

El 1ro de enero de 1959 triunfa la Revolución. Considera que es un tiempo relativamente breve, comparado con las luchas anteriores, duras y difíciles, de nuestro pueblo. El Moncada, no fue la única amarga prueba de la adversidad; el Granma, momentos de la lucha insurreccional, entre otros después del triunfo revolucionario, lo demuestran. «Convertir los reveses en victoria”, a base de conocimiento, confianza y un gran optimismo, es una  enseñanza que Fidel nos ofrece a lo largo de estos años.

Nos convoca a cambiar en beneficio de todos, encontrar soluciones a los problemas, esforzarnos por enfrentar el estancamiento, el inmovilismo, buscar las mejores experiencias con espíritu renovador. Es inaplazable que trabajemos, mirando al futuro, defendiendo nuestra moral, nuestros principios, nuestra historia, nuestros conceptos, de forma inteligente y revolucionaria.

Constituye para él un estímulo esta lucha, está enfrascado en ella, se siente más convencido y comprometido cada año. Desarrolla valores e ideas políticas, que le permiten afirmar que: “trincheras de ideas valen más que trincheras de piedra».

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