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El nuevo «coco» de la narrativa anticubana

El dispositivo comunicacional que, por orden de las agencias estadounidenses diseñadas al efecto, configura la narrativa anticubana, ha acentuado en los meses más recientes el abordaje de varias líneas temáticas tratadas en campaña por todos los medios y plataformas al servicio de tan indigna causa.

Grosso modo, estos frentes de ataque, que no son los únicos, se concentran en sobredimensionar y manipular la actual circunstancia económica de la Isla (en el 100 % de los materiales al respecto no se menciona ni siquiera una vez el impacto del bloqueo económico yanqui, y todo se achaca a la presunta ineficiencia del Gobierno cubano); difamar a los dirigentes de nuestro país; demonizar al Partido Comunista de Cuba, y emplear la burla como arma de ataque en diversas variantes o expresiones.

Cargan tintas, en tonos sensacionalistas y rebosados de alarmismo, sobre la supuesta violencia generalizada en el país; inciden en la hostilidad contra los artistas e intelectuales que defienden a la Revolución Cubana, como la librada contra el dúo Buena Fe o la poetisa Nancy Morejón.

A su vez, magnifican construcciones político-mercantiles como las de la pésima cantante conocida como La diosa, instrumento que sí responde a los intereses de su agenda anticubana.

Además, siembran la desesperanza sobre la recuperación energética o en torno a cualquier potencial signo de avance de la nación, incitan a perturbar la tranquilidad social, a la ruptura de la unidad del pueblo, e insisten en la manipulada construcción ideológica de «dictadura» como apelativo para designar a nuestro modelo político democrático.

Como parte de este malévolo plan, diseñado para sembrar el desasosiego general dentro de nuestra población y sentar las bases justificativas de potenciales acciones futuras contra Cuba, otra matriz hostil bien candente ahora es el tema Rusia.

Creado en pos de amedrentar e indisponer, el nuevo «coco» de la narrativa anticubana surge, en esencia, del odio visceral ante el más mínimo indicio de despegue económico para Cuba y el miedo a que las relaciones con Moscú abran posibles puertas para menguar el efecto de las 243 medidas contra el pueblo cubano, introducidas por la administración Trump y mantenidas por la de Biden, y el daño provocado a la Isla por la inclusión de la Mayor de las Antillas en la ilegal lista de EE. UU., de Estados patrocinadores del terrorismo.

Esta última campaña se instaura, a ojos vistas, en respuesta a la visita del Primer Secretario del Comité Central del Partido y Presidente de la República, Miguel Díaz-Canel Bermúdez, a la potencia euroasiática; al aumento en los intercambios diplomáticos de alto nivel entre la Isla y Rusia, y a los varios anuncios económicos recientes que consolidan la alianza de los dos países

Como parte de este nuevo flanco de enfrentamiento de la guerra comunicacional, la mentira constituye la principal arma de lucha. Así, plataformas, influencers, canales de Miami, repetidores acríticos del mensaje de engaño y tontos útiles locales se hacen eco de delirantes declaraciones en las cuales se afirma, por ejemplo, que Rusia quiere  «utilizar a Cuba como una plaza de armas», que «Moscú va a reclutar soldados en la Isla para la guerra en Ucrania», y «a llenar de bases militares y de comunicación el país».

Las falacias apuntan hacia la demencial afirmación de que «Cuba será recolonizada por la gran nación imperialista», y que «en su teatro de operaciones podría desencadenarse otra Crisis de los Misiles».

Otros, menos incendiarios, sostienen que, como según ellos la población rusa no tiene qué comer, «Cuba producirá masivamente papayas para Moscú».

Se trata de otra burda campaña de desinformación, montada en función de engañar y confundir a personas poco cautas que no conocen los principios éticos de nuestro país ni la historia de hermandad entre Cuba y Rusia.

El malsano empeño se ampara en el pavor que tienen nuestros enemigos de que prosigamos resistiendo y encontrando nuevas vías de resistencia y de progreso, a pesar de la política de exterminio que aplica la Casa Blanca contra nuestro país.

Autor: Julio Martínez Molina

Redacción Razones de Cuba

Trabajos periodísticos que revelan la continuidad de las acciones contra Cuba desde los Estados Unidos.

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