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El fin del sueño americano

Más de la mitad de los estadounidenses ya no creen en el “sueño americano”, reveló una encuesta publicada por The Wall Street Journal. El 64 por ciento de los entrevistados no creían en la idea de que cualquiera que trabaje duro en EE.UU., independientemente de su origen, puede alcanzar el éxito.

Solo el 36% de los participantes opinan que el ‘sueño americano’ es verdadero, lo que es casi dos veces menor que el 68% de una indagación similar realizada en 2022.

Para 18 de cada cien personas involucradas en la pesquisa, esta idea “nunca ha sido una realidad”, pues siempre estuvo destinado a la clase media alta, mientras que “las personas de color o que nacieron en la pobreza empiezan en desventaja y permanecen en desventaja”.

La mitad de los encuestados consideran que el sistema sociopolítico imperante en su país está “en contra de ellos” y la vida en esa nación “está peor” que hace medio siglo.

La investigación mostró una creciente preocupación de la población estadounidense acerca del aumento de los costos de vida y la situación de la vivienda. Muchos de los entrevistados, según su propio testimonio, estaban “a punto de quedarse en la calle” por escasez de dinero, así como problemas con el pago de alquileres e hipotecas.

Las dificultades aumentan, pues la vida se ha tornado “objetivamente peor”, con la subida del precio del combustible, los alimentos y otros bienes de consumo. “Con la inflación, estás trabajando duro solo para llegar a fin de mes, y luego cualquier trabajo extra que hagas es simplemente tratar de no quedarte en el hoyo”, opinó uno de los sujetos de la muestra.

En general, los estadounidenses se sienten “económicamente frágiles e inseguros” sobre un incremento en su nivel de vida, lo que se suma a las “señales de pesimismo” de otras encuestas, resume The Wall Street Journal.

Por ejemplo, una investigación de NBC News de este mes, mostró “un mínimo histórico” del 19% de quienes creen que la vida de sus hijos será mejor que la suya.

El país norteño vive un aumento sin precedentes de la violencia armada, que incluye un record de tiroteos masivos y muertes por armas de fuego, tan solo en este año. Además, crece de manera drástica el consumo de estupefacientes como el fentanilo y las tendencias suicidas. Con tales estadísticas, resulta  difícil creer que el “sueño americano” es más que un espejismo.

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