El debate revolucionario y el apoyo de la inteligencia colectiva en la batalla histórica de la construcción del socialismo

Me sumo a toda actitud del debate revolucionario sin poses, sin concesiones de principios y apegado al rigor del Método Científico del Marxismo. Esto tiene importancia estratégica durante la consolidación de la Revolución y la construcción del Socialismo en un contexto de crisis económica y la toma de decisiones para superarla.
Se trata de dotar de políticas y medidas a esta etapa de resistencia creativa y en ella trabajar por alcanzar el Socialismo próspero, sostenible democrático y solidario que hemos diseñado en el Modelo Económico Social.
Si algo pudiera agregar es que la economía política no es igual, incluso cuando se hermanan en propósitos estratégicos de la construcción del Socialismo y donde la política tiene certeros principios, no dogmas.
Los principios de la política, sustantivos de los intereses de los trabajadores y todo nuestro pueblo, son los que guían la ruta y la visión de los objetivos a lograr progresivamente.
Son pasos que no dejan de tener obstáculos y complejidad creciente, debido a la batalla ideológica y la campal agresión injustificada del Imperialismo.
Esto hace muy difícil el estado actual de la economía cubana y su desempeño, sobre todo por el injusto y desigual orden económico global hegemónico del capitalismo, con su dictadura mundial de multimillonarios y transnacionales, saqueadoras de riqueza ajena. La depredación de los recursos naturales y la agresión al medio ambiente nos dificultan la tarea colectiva de construcción socialista.
No por ello dejaremos de tener niveles de consulta constante con nuestro pueblo, con los colectivos laborales, las organizaciones políticas, de masas y estudiantiles. Por eso vamos a realizar un amplio proceso de análisis de las acciones, que se irán implementando gradualmente, para corregir distorsiones y poner en práctica mejoras en la sociedad cubana.