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Otro día en «el paraíso»

Por Manuel Valdés Cruz

El tratamiento desmedido e inhumano a los migrantes en la frontera sur de EE. UU. a diario genera noticias. En Texas, por ejemplo, las revelaciones de un policía fronterizo ha exacerbado el debate público.

La policía de frontera tiene la orden de «empujar» a los niños pequeños y bebés lactantes migrantes hacia el río Bravo, además de no ofrecerles agua a los solicitantes de asilo, incluso en condiciones de calor extremo, según un correo electrónico de un agente del Departamento de Seguridad Pública (DPS, por su sigla en inglés).

Así lo hizo saber el portal de noticias Houston Chronicle, que refirió las acciones derivadas de la operación Lone Star, controvertida iniciativa de seguridad fronteriza del gobernador Greg Abbott.

El gendarme, Nicholas Wingate, comentó a un supervisor que, cuando el 25 de junio se encontró con un grupo de 120 migrantes, que incluía niños y madres amamantando, en el condado fronterizo de Maverick, Texas, él y otro agente recibieron órdenes de «empujar a la gente de regreso al agua, para que se fueran a México».

En su correo electrónico, fechado el 3 de julio, Wingate calificó tales acciones como inhumanas, y comentó que algunos migrantes sufrieron heridas por el alambre de púas colocado en la zona.

Como era de esperar, inmediatamente el Departamento de Seguridad de Texas negó la existencia de tal política, y la oficina del gobernador Abbott emitió un comunicado en el cual aseveró que no se había dado ninguna orden que «pusiera en riesgo las vidas de aquellos que tratan de cruzar la frontera sin documentos».

Lo cierto es que a su nombre hay varias medidas descarnadas contra los migrantes, como la autorización de un presupuesto millonario para Lone Star, que incluye trasladar en autobús a los irregulares hasta ciudades con gobiernos demócratas, y arrestar a indocumentados bajo cargos de invasión de propiedad privada. Además, se está colocando una barrera flotante en el río Bravo, en el marco de esa operación, informó La Jornada.

La radicalidad de Abbott en Texas, sin embargo, no es un caso excepcional, pues en la Florida, su homólogo, el gobernador Ron DeSantis, postulante a la presidencia en las elecciones de 2024, ha promulgado leyes de total intolerancia a los migrantes, muy cuestionadas por la población de origen latino. Ha sido, incluso, promotor de sucesivos envíos de migrantes a la ciudad de Nueva York, o a la casa de la Vicepresidenta del país.

Estos sucesos dejan al descubierto cómo los más elementales derechos humanos de los migrantes son violentados de la manera más cruel, allí, hacia donde marchan miles de hombres y mujeres que persiguen el american way of life que ese propio sistema se ha encargado de propagandizar, pero en el cual el odio y el desprecio ponen freno a sus aspiraciones.

En 1894, Martí señalaba «el carácter crudo, desigual y decadente de los Estados Unidos, donde todas las violencias, discordias, inmoralidades y desórdenes de que se culpa a los pueblos hispanoamericanos tienen cabida». Parecieran palabras dichas para hoy.

Redacción Razones de Cuba

Trabajos periodísticos que revelan la continuidad de las acciones contra Cuba desde los Estados Unidos.

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