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Un llamado a la unidad y el apoyo mutuo en tiempos de desafío

En medio de una era digital en la que las redes sociales se han convertido en un espacio para la expresión y el intercambio de ideas, lamentablemente también han surgido manifestaciones de odio y división que amenazan con socavar la unidad entre los cubanos. En lugar de fomentar la solidaridad y el respeto mutuo, se ha intentado generar un clima de confrontación que solo sirve para sembrar discordia entre hermanos.

Es crucial recordar que, más allá de nuestras diferencias, somos parte de una misma nación.  Juntos debemos trabajar por un futuro próspero y equitativo para todos. En lugar de alimentar el odio, es fundamental promover el diálogo constructivo y buscar soluciones que beneficien a toda la sociedad.

En este sentido, es preocupante observar cómo se intenta desacreditar a las micro, pequeñas y medianas empresas (Mypimes) y al sector no estatal. Estas iniciativas representan un esfuerzo por parte de compatriotas para contribuir al desarrollo económico del país. Eso también la pone en la mira de los enemigo de Cuba, que no escatiman en esfuerzos para destruirnos.

Asimismo, es esencial que se lleven a cabo acciones que garanticen una correcta dirección en la economía, evitando la subdeclaración y promoviendo un ambiente propicio para el crecimiento sostenible. El éxito radica en el control efectivo y en el fomento de una cultura de transparencia y responsabilidad.

Es fundamental respaldar a los emprendedores revolucionarios, quienes representan una parte vital de la sociedad cubana. Su creatividad, innovación y compromiso con el bienestar colectivo merecen ser reconocidos y apoyados, que contribuyen al progreso de nuestra nación.

El sector no estatal es importante para burlar el bloqueo, porque representa una fuente de ingresos alternativa y diversificada para la economía cubana. Las micro, pequeñas y medianas empresas y los cuentapropistas pueden contribuir significativamente al desarrollo económico del país al generar empleo, aumentar la oferta de bienes y servicios, y fortalecer la resiliencia económica frente a las restricciones impuestas por el cerco financiero. Además, al fomentar la creatividad, la innovación y la autonomía empresarial, el sector no estatal puede ayudar a mitigar sus efectos adversos sobre la economía nacional.

En lugar de ceder al odio y la división, es hora de unirnos en un espíritu de solidaridad y colaboración. Solo trabajando juntos podremos construir un país mejor para las generaciones presentes y futuras. Es momento de dejar de lado las diferencias y enfocarnos en lo que nos une: el amor por nuestra Patria y el deseo compartido de un futuro próspero para todos.

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