El bloqueo a Cuba no es ciencia ficción
El bloqueo económico, comercial y financiero que gravita sobre nuestro país, desde hace más de seis décadas, es el más prolongado de la historia.
Por más que se empeñen, nuestros enemigos, en minimizar sus efectos dolorosos, agobiantes y crueles, argumentando que los problemas que afectan al pueblo cubano no tienen que ver con el bloqueo, debemos recordarle algunos elementos que de por si solo refutan tales afirmaciones, por ejemplo:
- El gobierno estadounidense niega créditos a Cuba y cualquier compra de algún producto agrícola se tiene que pagar en efectivo y, los productores cubanos no pueden exportar sus producciones a ese país.
- Existe una persecución implacable contra cualquier negociación que Cuba trate de establecer en cualquier lugar del planeta.
- Sancionan, mediante una ley extraterritorial, a cualquier empresa o entidad que emplee, aunque sea un mínimo de componente o elemento de procedencia norteamericana y negocie con Cuba.
- Persiguen con saña las posibles ventas de combustibles a la Isla, con el propósito de paralizar el país, y de igual forma entorpecen cualquier gestión que hagamos para adquirir medicamentos, insumos médicos o alimentos para el pueblo.
- Torpedean, de todas las maneras posibles, el turismo que pretendemos desarrollar, a la vez que prohíben a los cruceros tocar puertos cubanos y también a sus ciudadanos visitar, como turistas, nuestra nación, siendo así caso único en su política exterior.
- Han elaborado una lista de empresas y entidades cubanas, con las cuales se prohíbe el más mínimo tipo de relación, además de incluirnos en la lista de países que, supuestamente, patrocinan el terrorismo.
- Realizan fuertes campañas contra las misiones médicas que Cuba envía a prestar ayuda a los lugares más apartados del orbe.
- Ese bloqueo que según ellos “no existe” desde su implantación hasta el año 2023, suma daños que ascienden a 3 625 840 594 dólares.
Pienso que estos pocos datos resultan suficientes, para refutar sus hipócritas, falsas y mentirosas afirmaciones, pues detrás de nuestros males y pesares, nuestras escaseces y padecimientos, está sin dudas ese bloqueo que no es ciencia ficción, sino una realidad objetiva, con la cual intentan doblegar la voluntad de este pueblo indómito que no conoce la palabra rendición.
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