EE.UU. 2023: Un año lleno de cercos
El 2023 fue para Estados Unidos un año de ascenso del conservadurismo a lo interno del país. Estas tendencias se vieron reflejadas en ámbitos centrales del desarrollo de la sociedad, tales como la educación y el plano legislativo.
Destacan acciones emprendidas en Florida, epicentro de la contrarrevolución anticubana, subyugada a los intereses del gobierno norteño. Mientras claman por la supuesta “democracia” en la Mayor de las Antillas, bajo sus propias narices muere la libertad, cada día un poco más.
Censura en las escuelas
Más de 1500 libros fueron prohibidos en centros de estudios estadounidenses durante ese periodo. La mayoría de los autores de las obras eran mujeres, minorías étnicas o miembros de la comunidad LGBTIQ+. Las escuelas de EE.UU. cierran las puertas a la diversidad, en medio de la histórica ola de restricciones.
La Florida del gobernador Ron DeSantis, precandidato a la presidencia por el Partido Republicano, lidera la lista de los estados con mayor censura y la temática racial y LGBTQ+ es el principal objetivo.
Este año, los congresos estatales introdujeron 110 proyectos de “mordaza educativa”, donde se restringen enseñanzas sobre temas como raza, género, historia estadounidense e identidad sexual. Diez de ellos alcanzaron el estatus de ley.
Para Jeremy Young, director del programa Freedom to Learn de Pen América, en 2023 la situación se ha agravado, con “estrategias nuevas y más insidiosas para silenciar a los educadores”.
Florida se ha convertido en un punto rojo de exclusión en todo el país, al aprobar la amplificación a todos los grados escolares la ley “No digas gay”, que prohíbe hablar en clase sobre orientación sexual e identidad de género. Además, se abrió paso a la extensión del poder del gobierno sobre casi todos los aspectos de la extensión del gobierno que, según Young, convierte a los centros en “focos de autoritarismo y miedo”, no de libertad.
Las leyes como medio de discriminación
Durante 2023, los tribunales estadounidenses han contribuido de manera significativa al retroceso de los derechos individuales.
Según la organización Center for American Progress, la Corte Suprema ha emitido este año varias decisiones que “podrían erosionar derechos largamente mantenidos” y “causar un daño duradero” a la democracia.
Algunas de las decisiones más cuestionadas han sido el fin de los criterios de inclusión tenido en cuenta aspectos como la diversidad racial y sexual, así como sentencias contra el derecho al aborto.
Ya en junio de 2022, la Corte Suprema de Justicia había revocado la sentencia en el caso Roe vs. Wade, emitida en 1973, la cual protegía este derecho en todo el país. Luego de este retroceso, surgieron decenas de leyes para quitarle a las mujeres ese derecho. Actualmente hay restricciones en 21 estados, incluyendo la prohibición total.
Quieren avanzar hacia el control de medicamentos y también prohibir que las mujeres viajen a otros estados a abortar, como está sucediendo hoy en día.
Pero ha surgido también este año un movimiento de resistencia que se ha visto en las urnas en estados como Ohio, donde los votantes dijeron sí a proteger en su constitución estatal el derecho a abortar.
En contraposición, también emergen las voces a favor de la libertad. La oposición a las medidas estatales crece en el sector educativo y en estratos sociales. Resulta llamativa esta pérdida de libertad en el país de las “múltiples oportunidades”, mientras en una pequeña Isla a 90 millas tales premisas se encuentran totalmente garantizadas para toda la población. Habría que revisarse primero, antes de apuntar el dedo fuera de sí.