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ESPECIALES

Acerca de la batalla histórica que nos trasciende

Nosotros tenemos, como lo hay en todo proceso revolucionario, pájaros que se posan en el mismo palo del revisionismo y el reformismo, de corte casi, casi Neoliberal.

Ellos se comportan solapadamente contrario a casi todo lo que decimos y hacemos hoy, en esta etapa de profundos desajustes y crisis multicausal y multifactorial pero con un denominador común: la feroz guerra económica y su extensión a todas las demás dimensiones de la vida de nuestro país deriva en guerra No Convencional del Imperialismo Yanqui contra nuestro pueblo.

A esa guerra hay que responder con decisiones y con blindajes de soberanía, con desgastes y siglos para poder romper el bloqueo reforzado y las demás medidas tomadas para destruir la Revolución Cubana.

Y es una economía de guerra y no hay que «adornarla» de ordeno y mando y toda esa «cantaleta teórica tergiversadora» que el revisionismo económico de algunos le quiere ver, para luego seguir el arte de criticones con fusil de francotirador.

Eso lamentablemente es no ver el «partidismo» clasista en el abordaje de estos temas. Y querer solucionar temas socioeconómicos complejas, al margen y casi con la intención de «invisibilizar» y ni siquiera mencionar las acciones agresivas del Poder Hegemónico Global del Imperialismo.

No nos quedan dudas que algunos lo hacen exprofeso y también para disentir. Otros, exponen criterios sin pensar que las decisiones económicas durante la transición socialista, ya Lenin había advertido, que pasaban por el tamiz de la visión política del Estado, yo le añado también el Partido, como «organización superior de la sociedad y del Estado» según nuestra Constitución.

Otras consideraciones reflexivas sobre medidas a considerar, son válidas para una evaluación de las mismas en el mosaico de transformaciones que impulsa la dirección de la Revolución en ese diseño reactivo de una economía de guerra y dónde no podemos permitirnos errores, ya cometidos por otros anteriormente, ni tampoco caer en ingenuidades politicas.

Todo puede aportarse, todo puede proponerse y todo lo podemos ponderar en materia de diálogo participativo, democrático y propositivo siempre a favor de no erosionar principios políticos principales, ni debilitar la unidad del pueblo, su participación activa, consultárselo todo, saber escucharlo y luchar por proporcionarle todo el apoyo y bienestar posible, aún en esta aguda crisis económica, en cada barrio, comunidad, consejo popular, municipio y provincia, para la perdurabilidad histórica de la Revolución Cubana Victoriosa.

Podemos y debemos rectificar distorsiones y enriquecer la teoría con la praxis, lo que no podemos hacer jamás es dejar de ser revolucionarios para posar ante el Imperialismo de reformistas inveterados.

Y ya tenemos un «casito reciente» que deberá ser investigado hasta la saciedad y sacar las conclusiones pertinentes. Y nos acompaña una declaración de principios: a favor de la revolución todo, en contra de la revolución, nada.

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