fbpx
ESPECIALES

Una llama que ilumina nuestro sendero

La marcha de las antorchas, en memoria de nuestro Héroe Nacional José Martí, se realizó por primera vez en la medianoche del 27 de enero de 1953, para esperar el advenimiento de su natalicio. Coincidió el centenario con una de las etapas más difíciles y decisivas de la vida cubana. Los crímenes de la tiranía y la persecución a los jóvenes que estaban dispuestos a cambiar el rumbo político de la nación se hacían cada vez más insoportables.

Frente a las injusticias de la tiranía, la FEU y las clases vivas de la nación comenzaron a crear condiciones para rendir tributo a un hombre que supo entregar su vida en las maniguas por la libertad de Cuba. La universidad se vistió de gala y los estudiantes se reunieron para organizar el homenaje a Martí.

De ese modo, bajo la mirada escrutadora de la Alma Máter, miles de cubanos bajaron la escalinata universitaria empuñando antorchas y caminaron por las calles San Lázaro, Infanta y Espada, hasta llegar a la Fragua Martiana, lugar donde José Martí realizó trabajos forzados durante su presidio político.

Nuestro invicto Comandante en Jefe Fidel Castro aprovechó la manifestación para que avanzaran, junto a los estudiantes y el pueblo, los jóvenes que el 26 julio de ese año, iluminados por las ideas del Maestro, asaltarían dos cuarteles del ejército de la tiranía. Tiempo después, el 16 de octubre de 1953, en la penúltima vista del juicio por el asalto al Moncada Fidel expresó: «Cuba, ¿qué sería de ti, si hubiéramos dejado morir a tu Apóstol?»

En el libro Fidel Castro Ruz, guerrillero del tiempo, el líder de la Revolución Cubana relata a la periodista y escritora Katiuska Blanco que decidieron movilizar esa noche a 300 hombres de los 1 200 que habían reclutado, y una selección de los cuales serían ese año los asaltantes al cuartel Moncada y al cuartel de Bayamo.

«Allí los organizamos en grupos de tres, conformando una columna larga que llegó desde el primer peldaño hasta arriba. Íbamos sin armas, pero bien estructurados en una columna sólida, decidida. Era la única fuerza organizada esa noche allí. Aquel día se produjo una demostración de pujanza necesaria, incluso para nuestra propia gente, que apreciaron su propia fuerza», dijo Fidel.

La tiranía de Batista se negó a concederles el permiso a los jóvenes para que efectuaran la actividad. Sin embargo, la negación no logró que se acobardaran, sino que siguieron con sus propósitos y convirtieron las antorchas también en armas de defensa, colocándoles clavos, por si eran agredidos por los esbirros batistianos. El desfile en honor al Maestro no fue interrumpido por los soldados del Ejército y todos los medios tuvieron que reconocer el gran homenaje.

Desde entonces, cada año los jóvenes universitarios realizan el patriótico ritual que hace más de medio siglo comenzó la Generación Histórica para no permitir que el Apóstol muriese en el año de su centenario. Cada aniversario de la Marcha de las Antorchas constituye una muestra del apoyo del estudiantado a la Revolución. El natalicio de José Martí es recordado por todos los cubanos frente a las dificultades acrecentadas por el férreo bloqueo impuesto por EE. UU y la crisis económica mundial.

Ni la Covid 19 frenó nuestro empeño. Se realizó en esa ocasión de forma virtual, donde las redes sociales se iluminaron gracias a los escritos de nuestro pueblo y la exposición de imágenes que demuestran que los jóvenes están con la revolución cubana.

Este 27 estaremos allí para celebrar una vez más está fiesta del pueblo cubano, celebrando el 70 Aniversario de este trascendental homenaje a nuestro Apóstol.

Publicaciones relacionadas

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Botón volver arriba