Hagamos cada uno la parte que nos corresponde y la Revolución será siempre invencible.
Los cuadros, los dirigentes, los ideólogos, como decisores, como servidores públicos, siempre al servicio del pueblo, la Patria y el Socialismo, tenemos que fortalecer la capacidad de escuchar, de «bajar» de ir allí, de auscultar al pueblo, de darle seguimiento y solucionar sus problemas, conocer sus desvelos y hacer nuestros sus iniciativas y sus energías participativa.
El líder histórico de la Revolución cubana victoriosa nos enseñó que «el Socialismo es la ciencia del ejemplo personal«. En el magisterio político revolucionario de Fidel Castro está el legado de sus métodos y estilo de dirección. Veamos:
En la sinergia entre dirigentes y dirigidos en el proceso de construcción socialista, las fronteras del deber social responsable se complementan y enriquecen, por esta última razón la democracia socialista es transversal en todos los niveles y formas de la dirección social, es inclusiva y desecha el formalismo y los fetiches propagandísticos y electorales de la democracia burguesa.
Tenemos que defender nuestro sistema político y solucionar las brechas y las asimetrías estructurales en sectores estratégicos heredados del subdesarrollo Capitalista, colonial y Neocolonial, sobre todo en cada provincia y municipio, con el apoyo de la ciencia y la innovación, el vínculo con las universidades, utilizando los recursos endógenos y con exigentes métodos de conducción de los procesos sustantivos, el manejo racional y responsable de los recursos y el medio ambiente.
Es así como alcanzaremos la construcción del Socialismo próspero, sostenible, democrático y solidario que todos nos merecemos.
