Por Alejandro Fabregas Pombo y Laydis Soler Milanés
El bloqueo de Estados Unidos contra Cuba impacta negativamente en todas las ramas de la sociedad. Dificulta las importaciones, exportaciones, el acceso a financiamiento y a productos imprescindibles para el bienestar de los cubanos.
Solo entre enero y julio 2021 las pérdidas económicas sumaron los 2 mil 557,5 millones de dólares. Como dijera el canciller Bruno Rodríguez Parrilla en conferencia de prensa, “en despiadado acto de crueldad, los Estados Unidos han aplicado en este período, con precisión quirúrgica, medidas dirigidas a afectar los sectores más sensibles de la sociedad cubana y crear desesperación en el pueblo”.
Aunque el 16 de mayo el gobierno del demócrata Joseph Biden anunciara medidas como la reanudación de los trámites de visado de inmigrante en la Embajada de EE.UU. en La Habana y la autorización de vuelos regulares y chárteres hacia todos los aeropuertos internacionales del país, todavía la mayoría tienen un carácter limitado. Sin embargo, se mantienen las restricciones aprobadas durante el mandato de Donald Trump y la persecución a las operaciones financieras cubanas.
