Sin métrica, pero con dignidad
Por: Ileana González.
Dicen que todos deseamos poder emigrar
que ya en Cuba no podemos ni queremos vivir
sugieren el éxodo para evitar deflagrar
nos apremian como un decenvir
El coro interno bien acompaña
a sirenas que con ahínco nos llaman
me aferro a mis verdes montañas
mis muertos orgullosos me aclaman
No tengo, no quiero, no voy a partir
mi patria es ara no pedestal
de luchar por ella no me voy a arrepentir
irme sería caer en un vacío mortal
Me auguran un muy duro y fuerte bregar
sobre calles rotas y ómnibus sin pasar
no importa el camino, no voy a renegar
sirenos cantos no me van a encantusar
Vaticinan que con velas me voy a alumbrar
y en mugrosa casa obligada estaré a habitar
insistan que yo persisto no me van apesadumbrar
todo su veneno se lo voy a contrarrestar
Lagrimas pronostican ver en mis ojos
cansados de desabastecidos mercados mirar
no me amedrento ni me postro de hinojos
incansable batallaré mientras pueda respirar.
Sin ropa en vacías vidrieras poder encontrar
mi cuerpo cubierto de harapos dicen veré
aborigen soy sin vergüenza me puedo mostrar.
pongan negro horizonte a todo me atreveré
Pitonisan inevitable naufragio del proyecto social
dicen que en Miami seguro me puedo salvar
no mencionan ni advierten de su vaho pestilencial,
obstáculos interpongan sobre ellos me voy a elevar.
Coño que no me voy, que yo soy Fidel el discípulo de Martí
sé que hay que trabajar duro pero aquí hay futuro
carajo que no me rindo, que nadie podrá decir que yo partí
quédate tú también, vamos a ganar, yo te lo aseguro.