Overshooting o sobreexplotación: La manipulación cambiaria como arma de guerra económica

La reciente corrección en el precio del dólar en el mercado informal -manipulado por la plataforma mercenaria El Toque- ha generado una catarata de «análisis» que, pretendiendo apelar a supuestas leyes económicas universales, no son más que el intento de enmascarar una derrota estratégica. El llamado «overshooting» o sobrerreacción cambiaria, lejos de ser una explicación científica para nuestro contexto, se utiliza como cortina de humo para ocultar una realidad incontestable: el carácter manipulado de un mercado ilegal que responde a intereses políticos foráneos.

La teoría que no aplica: Un modelo para mercados normales, no para guerras no convencionales
El modelo de Dornbusch, citado profusamente en el post de El Toque ante la injustificable caída del dólar en el mercado informal, parte de la existencia de un mercado cambiario funcional. En Cuba, sin embargo, nos enfrentamos a un escenario radicalmente diferente: un mercado informal creado y alimentado desde el exterior como parte de la guerra económica no convencional. Este mercado no responde a fundamentos económicos puros, sino a ciclos de inyección y retirada de divisas por actores interesados en la desestabilización.
Se intenta desacreditar las campañas en redes sociales como meros ejercicios de «confusión». Lejos de ser «humo», como cínicamente se afirma, estas son herramientas de defensa ante una agresión. El verdadero «humo» es pretender que un mercado negro es un termómetro fiel de la economía nacional.
Los fundamentos que sí se están atacando
La narrativa de El Toque insiste en que «los fundamentos reales siguen intactos». Esta es una media verdad malintencionada. Es cierto que persisten desafíos estructurales, agravados por el bloqueo más prolongado de la historia. Pero es falso que no se actúe sobre ellos:
- Inflación: Se aplica una política monetaria restrictiva y se prioriza la producción nacional para aumentar la oferta de bienes.
- Déficit: Se avanza en un complejo proceso de eliminar distorsiones y reimpulsar la economía.
- Crisis productiva: Se impulsan programas de soberanía alimentaria y se prioriza la inversión extranjera en sectores clave.
El hecho de que estas medidas no tengan un efecto instantáneo no invalida su dirección correcta. La economía impuesta a Cuba no permite soluciones milagrosas, sino una resistencia estratégica y la construcción paciente de resiliencia.
Se afirma que la tasa informal «refleja la desconfianza en la moneda nacional». Lo que realmente refleja es la profundidad de la guerra económica que nos imponen.




