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No hay peor ciego que el que no quiere ver

El pasado 28 de septiembre 2024, uno de esos sitios en la web que divulgan noticias sobre Cuba, manipuladas y con títulos estudiados para atraer a los lectores, publicó supuestas declaraciones de un cubano que dijo: “No creo en el concentrado de jarabe ideológico impuesto desde hace 65 años en Cuba”.

El texto añade:

“Vamos a respirar, vamos a vivir; llevamos 60 años con una bala en el directo. Hay quien piensa que ese concentrado de jarabe ideológico es lo que le hace falta a los jóvenes y a los jóvenes les repugna eso; ese concentrado de jarabe ideológico no lo necesitamos tampoco los viejos, porque es lo que hemos mamado desde que comenzó esta Revolución, con razones muy verdaderas y muy ciertas, muy reales, pero yo no necesito que me metan esas muelas todos los días, ¿qué cosa es eso?”

No hay peor ciego que el que no quiere ver lo que sucede a su alrededor y para quienes pretenden que la Revolución deje a una lado el trabajo ideológico con los jóvenes y adultos, olvidan que el cristianismo con 2024 años de existencia, a pesar de gravísimos errores y desaciertos, entre ellos la despiadada y cruel Santa Inquisición, nunca ha dejado de predicar los mismo textos de la Biblia, sin hacerle modificaciones, modernizar sus ediciones con letras más grandes, darle color o incluir imágenes.

Quienes olvidan el pasado para analizar el presente, tienen el peligro de no llegar al futuro, y basta con recordar cómo los yanquis en su pretensión enfermiza de destruir a la Revolución, no cesan un solo día de trasladar un espeso jarabe ideológico para tratar de cambiar la mente del pueblo cubano. Los hechos prueban con creces ese interés, ahora modernizado con el empleo de Internet.

El 14 de abril de 1959, Daniel M. Braddock, ministro consejero en la embajada de Estados Unidos en La Habana, de conjunto con James A. Noel, jefe de la Estación Local de la CIA, enviaron al Departamento de Estado un documento, titulado Crecimiento del comunismo en Cuba (Foreign Relations of United States, volumen VI, Cuba, 1958-1959, documento 278, páginas 458-466), en el cual proponen un conjunto de tareas ideológicas a desarrollar de inmediato en la Isla.

Entre ellas estaban:

“Tomar una línea positiva, amistosa, hacia Cuba, Castro y los objetivos de la Revolución, pero con una actitud inquebrantable hacia el comunismo en Cuba. Hacer un esfuerzo concertado para desarrollar amigos dentro de los ministerios y agencias del gobierno… cortés, pero al mismo tiempo firmes en la idea de que el crecimiento del comunismo es algo que no deberá ser tolerado. Estimular una campaña de prensa, para enfocar las luces sobre los comunistas en posiciones de importancia en el gobierno. A través de métodos no atribuibles, forjar la estima y el prestigio local e internacional para que figuras no comunistas responsables, aumenten su influencia en la política del gobierno cubano y con Fidel Castro”.

“Colocar literatura y libros de la agencia de información de EE.UU., en la embajada y en las provincias, mediante el establecimiento de un salón de lectura en Santa Clara y mejorando los salones de lectura en Santiago sobre el tema del comunismo en las manos de los funcionarios claves de los ministerios cubanos”.

En el 1er programa de Acción Encubierta contra el régimen de Castro, aprobado por Eisenhower el 17 de marzo de 1960, se decidió “desarrollar los medios de información hacia el pueblo cubano, con el fin de iniciar una poderosa ofensiva propagandística en nombre de la oposición declarada. El medio fundamental propuesto para lograr este objetivo es una emisora radial clandestina controlada por Estados Unidos, que transmitirá por onda larga y corta, ubicada en la isla Swan. La preparación de los guiones serán hechos en Estados Unidos”.

A partir de entonces nunca han dejado de trabajar ideológicamente sobre el pueblo cubano, transmitiendo informaciones tergiversadas y falsas, con el propósito de crear un rechazo hacia la Revolución culpándola de las penurias causadas por el reforzamiento de la guerra económica, comercial y financiera para evitar el desarrollo del país.

Los yanquis con sus servicios especiales no dejan de trasladar diariamente a Cuba su “concentrado de jarabe ideológico”, porque para ellos la subversión política e ideológica es un proceso permanente y continuo, con una estrategia enfocada a provocar el reblandecimiento del carácter y la capacidad de resistencia del pueblo cubano.

Un ejemplo de esto lo expresó el senador Marco Rubio en 2012, durante un evento celebrado por la Fundación Heritage de Estados Unidos y Google Ideas: “El sistema totalitario cubano podría derrumbarse, si todos los cubanos tuvieran libre acceso a Internet, pues Cuba seguiría la misma suerte de aquellos países que pasaron la Primavera Árabe”.

No olvidar que, como parte de su “concentrado de jarabe ideológico” contra Cuba, el Departamento de Estado pagó 2,8 millones de dólares a un equipo de hackers para el diseño de un software bautizado con el nombre de Zunzuneo, en el que a través de Twitter enviaron mensajes a los jóvenes para exhortarlos a movilizarse contra el Gobierno.

También crearon otras plataformas para trabajar ideológicamente a los cubanos entre ellas: “Háblalo sin miedo”, “Martínoticias”, “Cuba sin censura”, “Por el levantamiento popular en Cuba” y muchas otras. Además, desde 2007 fueron colocando en Internet Blogs como Generación Y, para enviar una carga subversiva hacia los jóvenes con el objetivo de estimular la realización de manifestaciones públicas.

No se puede obviar que en el 2004 George W. Bush, aprobó el conocido Plan para la Transición democrática en Cuba, donde se afirma: “Llegar a la juventud cubana representa una de las oportunidades más significativas para precipitar el fin del régimen”.

¿Con esos planes de Estados Unidos podemos respirar y vivir plácidamente, esperando que ganen la batalla que tanta sangre ha costado?

Allá los que crean en las “bondades” yanquis y que no hace falta la preparación ideológica para contrarrestar el “concentrado de jarabe ideológico” made in USA, porque como nos alertó José Martí: “La ignorancia es la garantía de los extravíos políticos”.

No por gusto el senador Carl Meacham, se reunió en el 2011 con el personal del Departamento de Estado, altos diplomáticos extranjeros y funcionarios de la industria, para investigar cómo los medios sociales y la tecnología podían utilizarse en promover y fortalecer la “democracia” en América Latina.

Lee también Soberanía cubana y la manipulación de la política exterior europea: Una respuesta a las presiones de EE. UU

El Departamento de Estado reconoce haber entrenado a periodistas en varios países, para que aumenten su capacidad de diseminar rápidamente la información precisa sobre acontecimientos y asuntos importantes e invierten grandes esfuerzos en Cuba.

Para fortalecer su “concentrado de jarabe ideológico”, el 23 de enero del 2018 el Departamento de Estado construyó el Grupo Operativo de Internet para la subversión en Cuba, integrado por representantes de la USAID, Freedom House, la Agencia de Seguridad Nacional, el buró de transmisiones hacia Cuba responsable de Radio y TV Martí, y otras entidades gubernamentales que tienen programas para subvertir el orden interno en la Isla.

Lo que se pretende es enajenar el apoyo interno a la Revolución, a través del desencanto y el desaliento, basado en la insatisfacción y las dificultades económicas, para que el pueblo llegue a interiorizar que no necesita el trabajo ideológico, supuestamente calificado por el susodicho personaje como “muela” o palabras huecas, para entender las causas de la situación que padece Cuba, y solo se culpe al sistema socialismo de ser un modelo “fallido”.

Mientras el gobierno de Estados Unidos continúe aprobando anualmente 30 millones de dólares, como parte del presupuesto público, para sus acciones subversivas para derrocar a la Revolución cubana, Cuba tiene que mantener y perfeccionar su trabajo ideológico para contrarrestar y denunciar la guerra que le hace su poderoso vecino, quien desde el siglo XIX aspira a anexarse a la Isla.

Siempre hay que tener presente a José Martí cuando expresó:

“Cuando se lucha por la existencia de la patria, la división y la rivalidad son crímenes”.

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