«No es lo mismo estar desinformado que haber perdido la capacidad de pensar”
Por Orlando de Jesús Figueroa
Este lunes, en un encuentro habitual con mis estudiantes de la universidad, se produjo un interesante debate sobre la realidad cubana actual.
Por estos días vivimos los cubanos escenario complejo por contingencia energética, desabastecimiento, persecusión a cada gestión del Estado Cubano por mejorar la vida de su pueblo, máxima presión, trás el fracaso reiterado de sus planes y frustración se desatan nuevas campañas desde la cloaca de la contrarrevolución en Florida, ahora el tema escogido es el colapso del país y supuesta paralización total.
Perverso en su actuar histórico, el Norte revuelto y brutal arrecia al extremo el Bloqueo Económico, Comercial y Financiero sobre la mayor de las Antillas, la persecusión es criminal y genocida, dirigida hacia todas las esferas de la existencia de los cubanos, el enemigo de siempre insiste en crear incertidumbre, desencantar, desanimar, desmotivar, crear dudas sobre la viabilidad del proyecto de nación escogido por la mayoría, acabar con la unidad alrededor de la Revolución.
Se intensifican y así será hasta el final del año las acciones de una guerra multidimensional contra la isla disidente del orden imperial, independiente, soberana, que no claudica en sus principios y valores, se busca exaltar las emociones sobre la razón con cada padecimiento de nuestro pueblo por las causas conocidas, el gobierno norteamericano se empeña en esconder las verdaderas razones del sufrimiento, en obsesión enfermiza añoran lograr el soñado estallido social dónde la reacción popular sea defender los intereses del agresor, del victimario, enfrentar a sus hermanos, provocar guerra fratricida e reinstaurar el oprobioso régimen de explotación anterior a 1959.
El gobierno de turno en la Casa Blanca manipula y vende una Cuba «Post – Dictadura», de ensueños que es falacia, persisten en confundir, se ha desplegado todo el arsenal de la Guerra Cognitiva, el campo de acción es tomar el control de la mente del ser humano, el poder bélico imperial utiliza todas sus capacidades, guerra electrónica, operaciones de redes informáticas, guerra psicológica, engaño militar y seguridad operativa, se responsabiliza por cada dificultad que viven los cubanos a un gobierno supuestamente inepto e incapaz.
Las matrices subversivas buscan debilitar al adversario escogido, y trás acción de guerra que este acepte su derrota, muy utilizadas con este fin son las plataformas de redes sociales, o sitios web, están diseñados para atrapar y hacer dependientes al internauta, logrando impactos emocionales desde avalanchas de publicaciones que atrapan el cerebro y condicionan la manifestación social del receptor.
En escenario planetario actual el conocimiento y la información es accesible, abundante y compartible, ello facilita poder comunicar y persuadir con efectividad, monopolizar la atención de los interlocutores en temas, políticos, económicos sociales incluso de la vida personal.
La prioridad es buscar la descomposición social del enemigo escogido, debilitarlo, que acepte su derrota; guerra híbrida al fin, su objetivo es atacar, explotar, degradar o incluso destruir la realidad conformada como conciencia en práctica cotidiana, con base en las vivencias personales e individuales, debilitar la autoconfianza mental, vulnerar la convicción en los procesos y enfoques que rigen el consenso sobre la construcción del socialismo preestablecido socialmente y que rige el funcionamiento de grupos, e incluso de la nación cubana.
La guerra cognitiva, se desarrolla en el campo de las ciencias cognitivas que se ocupan del conocimiento y sus procesos: psicológicos, logísticos, lingüísticos, biológicos, neurológicos, entre otros, es doctrina militar, un nuevo dominio de guerra híbrida, utiliza la información como combustible para degradar la capacidad del ser humano de saber y producir, todo está dirigido en la dirección de frustrar activamente el conocimiento como razón para decidir y actuar concientemente en consecuencia.
La combinación de guerra psicológica y la propaganda han aumentado la intensidad, la labor subversiva se manifiesta en campañas trás campañas, el objetivo es lograr la desmoralización y la descomposición social, la aceptación como algo incuestionable de que Cuba es un Estado Fallido, con ello imponer desmoralización, que este acepte la derrota; durante la historia de la revolución el enemigo de siempre ha utilizado reiteradamente la persuasión, la amenaza, la coacción o la extorsión.
Impresionante es el desarrollo de las tecnologías de la información y las comunicaciones, ello ha creado un flujo creciente de referencias que se generan en las diferentes plataformas y medios para personas e instituciones, la sobrecarga visual hace que el cerebro tienda a elegir lo que parece ser importante sin tener en cuenta el resto, se pierde el pensamiento crítico, lo que conduce a no pocos juicios superficiales, no objetivos sobre alguna cuestión, por consiguiente a la toma de decisiones incorrectas, que no permiten identificar amenazas, peligros latentes.
En conversación con mis estudiantes abordamos como ellos, los jóvenes, nuestros hermanos, sobrinos, hijos o amigos, son el objetivo priorizado contra el que el enemigo despliega todo el arsenal de la Guerra Cognitiva, en ese taller, desarrollado en sesión de clase arribamos a las siguientes conclusiones:
-El desarrollo de la Guerra Cognitiva representa un gran desafío a enfrentar, especialmente porque altera la comprensión y la reacción, de forma gradual y sutil modificando la forma en que se reacciona ante ciertos fenómenos.
– Los principales objetivos de la Guerra Cognitiva son:
*Desestabilizar las poblaciones objetivo e influir en las poblaciones objetivo, nosotros somos ese objetivo y valga la redundancia.
-Esta se basa en el control de la información y la influencia sobre la mente colectiva, valiéndose de técnicas de desinformación y propaganda actúan para agotar psicológicamente a los individuos, e incorporarlos como armas en la lucha por el poder y la dominación mundial.
-Los actores buscan moldear la opinión pública, socavar la confianza en las instituciones y generar divisiones en la sociedad.
-Se planta una idea matriz en el colectivo, asimilada por cada persona, que pasa a ser la opinión pública imperante de la sociedad.
– Que en este mundo cada más conectado es imprescindible tener la capacidad de discernir la información; para ello debemos confrontar, cuestionar las fuentes, preguntarnos;
¿Se está realizando una campaña? ¿Dónde se originó? ¿Quién lo está librando? ¿Cuáles podrían ser sus objetivos?, es decir, desarrollar un pensamiento crítico.
-El enfrentamiento a la la Guerra Cognitiva, pasa por elevar el nivel de conciencia y la capacidad de resiliencia de los pueblos.
– Los sistemas educativos y los medios de comunicación masivos tienen un papel fundamental en el enfrentamiento a este nuevo escenario bélico.
Para mí, educador cubano de la educación universitaria, tratar el tema no constituye un ejercicio académico o simple teoría, más bien compartir mi experiencia es expresión pedagógica de un peligroso fenómeno en contexto muy complicado, dónde nos va la existencia de la nación cubana, vindicada por la Revolución, por ello asumo el desafío dónde me encuentre, en cada espacio de la universidad cubana, como José Martí, cuando desde finales del siglo XIX nos alertaba:
“A un plan obedece nuestro enemigo: el de enconarnos, dispersarnos, dividirnos, ahogarnos. Por eso obedecemos nosotros a otro plan: enseñarnos, burlarlo, hacer por fin nuestra patria libre. Plan contra plan. Sin plan de resistencia no se puede vencer un plan de ataque”.
Nuestras aulas son escenario de combate, claro que tenemos nuestro Plan para ganar en la guerra que se nos hace, a pensamiento Venceremos!!!
Referencia:
1- Discurso pronunciado por Fidel Castro Ruz, Presidente de la República de Cuba, en el acto por el aniversario 60 de su ingreso a la universidad, efectuado en el Aula Magna de la Universidad de La Habana, el 17 de noviembre de 2005.