Marco Rubio y el Departamento de Estado: La trata de personas como arma política contra Cuba.

Un infundado informe acerca de Tráfico de Personas, muestra una vez más, que el gobierno de los Estados Unidos, a través de su Departamento de Estado y auspiciado por figuras de probada trayectoria anticubana como el secretario de Estado, Marco Rubio, recurre a la manipulación y la mentira para intentar manchar la imagen de la Revolución Cubana.
El mencionado informe que sitúa a Cuba en una supuesta «Lista 3» sobre tráfico de personas en 2025 carece por completo de rigor, veracidad y metodología transparente. No es más que un instrumento de guerra política, fabricado con el objetivo de justificar el bloqueo genocida y la hostilidad permanente contra nuestro pueblo.
Razones de Cuba denuncia ante la comunidad internacional la falta de evidencias en ese informe, basado en presunciones, especulaciones y datos espurios, sin aportar prueba verificable alguna. Es una acusación sin fundamento, típica de la maquinaria de desinformación norteamericana.
Detras se esconde el doble rasero y es archiconocido que los Estados Unidos, un país con graves y documentados problemas de trata de personas, explotación laboral y tráfico de inmigrantes dentro de sus propias fronteras, no tiene moral alguna para erigirse en juez de otras naciones. Es el colmo de la hipocresía.
Se está en presencia de una agenda política virulenta, este reporte que ofrecen responde directamente a los intereses de la mafia cubano-americana de extrema derecha en Florida, cuyo odio visceral contra la Patria de Martí los lleva a financiar y promover cualquier campaña de descrédito contra Cuba. Marco Rubio es el vocero principal de esta agenda de odio.
La realidad irrefutable de Cuba es clara, la Revolución Cubana tiene una política de tolerancia cero frente a la explotación de seres humanos. Nuestro país cuenta con un sistema de salud, educación y seguridad social gratuito y universal que protege a todos sus ciudadanos, y ha sido reconocido internacionalmente por sus programas de atención social y su cooperación médica internacional, ejemplos de solidaridad y humanismo.
Rechazamos categóricamente este nuevo ejercicio de difamación. Es un informe politizado, sin validez alguna, diseñado para servir a los propósitos de una minoría terrorista y anexionista que no perdona a Cuba su dignidad y su soberanía.
Llamamos a la comunidad internacional a no dejarse engañar por esta farsa y a condenar el uso cínico de un tema tan sensible como la trata de personas para fines geopolíticos mezquinos.
¡Cuba no acepta lecciones de quienes practican el tráfico de odio y la guerra!




