Madre es amor, heroicidad cotidiana y ejemplo

«Qué había en esa mujer, qué epopeya y misterio había en esa humilde mujer, qué santidad y unción hubo en su seno de madre, qué decoro y grandeza hubo en su sencilla vida, que cuando se escribe de ella es como de la raíz del alma, con suavidad de hijo, y como de entrañable afecto».
Así significó José Martí a Mariana Grajales, y ayer, cuando cada hija e hijo le daba un beso al ser que lo trajo al mundo para amarlos y guiarlos, Cuba homenajeó, en el cementerio patrimonial de Santa Ifigenia, a la madre de los Maceo, que también es la de la Patria.
Allí, en el corazón de Santiago de Cuba, los miembros del Comité Central del Partido, José Ramón Monteagudo Ruiz y Beatriz Johnson Urrutia, máximas autoridades política y gubernamental de la provincia, encabezaron el tributo de los santiagueros, en nombre de la nación, cuando frente al descanso eterno de la que empinó a sus hijos a la manigua, una ofrenda floral recogía el amor de todo el pueblo de Cuba hacia ella.
Desde bien temprano, la sensibilidad y el reconocimiento del Primer Secretario del Partido Comunista de Cuba y Presidente de la República, Miguel Díaz-Canel Bermúdez, se expresó en su cuenta en Twitter, en la que expresó: «El amor todo lo puede. Cada madre cubana es una prueba. A todas las madres infinitas gracias y mucho amor hoy Día de las Madres, y siempre. Felicidades madres y abuelas de Cuba».
El Jefe de Estado expresó su consideración por todas las madres cubanas en un abrazo a Mercedes, la mamá de María Karla, una niña síndrome de Down. En sus emocionantes palabras dijo: «nuestra admiración por la heroicidad cotidiana, por la firmeza en tiempos difíciles y el amor a toda prueba. Ustedes son el ejemplo».
Como es tradición, el pueblo que visitó el camposanto santiaguero honró a sus madres y a Mariana, mientras las autoridades provinciales mostraron su respeto ante las madres de los combatientes de la Revolución Cubana que viven en la Ciudad Héroe.