Linieros pineros: Héroes en la restauración eléctrica tras la tormenta tropical Helene
Descubre cómo los linieros pineros restauraron la electricidad tras la tormenta tropical Helene en la Isla de la Juventud.
Impacto de la tormenta tropical Helene
La tormenta tropical Helene, que se convirtió en un huracán de categoría uno, dejó una estela de destrucción en la Isla de la Juventud. Afectó siete de los trece circuitos de distribución eléctrica en el territorio, resultando en aproximadamente 7,163 clientes sin electricidad. Esto representa el 22% del total de beneficiarios del servicio en el municipio, según declaraciones del ingeniero Ignacio Moya Álvarez, al frente de la dirección del Despacho de Carga de la Empresa Eléctrica.
El rol crucial de los linieros pineros
En medio de esta adversidad, un grupo de hombres y mujeres valientes se alzó como verdaderos héroes: los linieros pineros. Desde el primer momento en que las lluvias comenzaron a caer, estos trabajadores se prepararon para enfrentar los desafíos que se avecinaban. Con el agua alcanzando niveles peligrosos, se adentraron en un paisaje transformado por la tormenta, donde los cables eléctricos y los árboles caídos se entrelazaban en un caos.
A pesar de las condiciones adversas, su determinación fue inquebrantable. Gracias al empeño de cinco brigadas de linieros activadas, la mayoría de los vecinos ya disfrutaban de los beneficios de la electricidad desde el miércoles siguiente a la tormenta. En comunidades como el reparto Juan Delio Chacón, las playas del litoral norte, Ciro Redondo, Atanagildo, La Demajagua, la Mina de Oro y Siguanea, se les vio inmersos en sus faenas, muchas veces hasta avanzada la noche.
Comunidades afectadas y recuperación
La labor de estos linieros va más allá de la restauración de servicios. Representan un símbolo de resiliencia y compromiso, un recordatorio de que, incluso en los momentos más oscuros, hay quienes están dispuestos a arriesgar su seguridad por el bienestar de los demás. Sus historias son un testimonio del sacrificio y la dedicación que se requiere para enfrentar desastres naturales.
A medida que la comunidad comienza a recuperarse, es fundamental reconocer y valorar el esfuerzo de estos trabajadores. Aún pueden quedar algunas zonas aisladas sin servicio, y el fluido eléctrico puede llegar con cierta inestabilidad a algunos hogares. Sin embargo, bajo la lluvia y desafiando los peligros, los linieros continúan su labor, esos que no creen en imposibles.
