La libertad religiosa en Cuba que intenta ocultar el Gobierno de EE.UU.
La fusión de tres culturas marcó la formación de la nacionalidad cubana compuesta por blancos europeos, aborígenes, y negros africanos. De ahí el desarrollo en Cuba de la religión católica y las devociones de procedencia africana, que sucedió a los aborígenes.
A partir de 1511 con la conquista y colonización de Cuba por Diego Velázquez se impuso la religión católica, y posteriormente a consecuencias de la trata esclavista en esa etapa colonial fundamentalmente entre los años 1801-1865 se introdujeron diversas creencias africanas.
Ambas religiones han sido las de mayor predominio en Cuba hasta nuestros días con respecto a las iglesias protestantes y evangélicas, que comenzaron a establecerse a finales del siglo XIX con el regreso al país de criollos que habían emigrado a los Estados Unidos, como los bautistas, metodistas, pentecostales, episcopales, presbiterianos, anglicanos, luteranos, testigos de Jehová, Adventistas del Séptimo Día, Cuáqueros. A la par se fueron creando otras denominaciones que incluyen a mormones, judíos, musulmanes, budistas, bahais, la Iglesia Ortodoxa Griega, la Iglesia Ortodoxa Rusa, y otras.
La jerarquía de la iglesia católica en Cuba en el proceso de conquista y colonización del país fue partícipe del saqueo y explotación de sus riquezas naturales, así como del exterminio total de los primitivos. Desde la época colonial actuó siempre de manera conservadora, se pronunció contra la independencia de Cuba, apoyó al Gobierno interventor norteamericano, y a la burguesía en la etapa neocolonial; diferenció la atención a los amplios sectores rurales, de marginación social y de raza negra o mestiza.
Al triunfar la Revolución Cubana en 1959, la CIA y la Embajada norteamericana en La Habana, bajo la dirección del Gobierno de los EE.UU, propusieron y ejecutaron un plan a partir de un análisis que denominaron “Crecimiento del comunismo en Cuba”, en el que entre otras direcciones de trabajo subversivo que trazaron hacia diferentes sectores sociales, económicos, políticos, y militares, alentaron a un enfrentamiento con el naciente Estado revolucionario al alto clero de la iglesia católica burguesa integrado por un gran número de sacerdotes españoles, los que siguiendo esas órdenes entraron en tirantez con el Gobierno revolucionario, oponiéndose a las leyes revolucionarias y a la proclamación del socialismo. El Estado cubano expulsó del país a varios de ellos, quienes desde sus púlpitos se pronunciaban contra el proceso revolucionario, protegían a terroristas, fabricaban propagandas contra la Revolución, escondían armas, y otras muchas más fechorías.
En octubre de 1960 la CIA llevó a cabo la conocida Operación Peter Pan con la iglesia católica cubana y miamense. Suceso perverso e inhumano en el que sacaron del país clandestinamente a más de 14,000 niños entre 6 y 12 años de edad, sin acompañantes. Manipularon y crearon la falsa información de que el Gobierno cubano iba a quitarles la patria potestad a los padres.
Se sumaron a las acciones contrarrevolucionarias algunos masones, miembros de ajefismo (organización juvenil en esa institución), quienes también participaron en planes terroristas, incluso en atentados contra el Comandante en Jefe Fidel Castro, siendo procesados por los Tribunales Revolucionarios, lo cual motivó a la directiva de la Gran Logia de Cuba a suspender a esa organización por muchos años. Este ámbito fraternal continuó siendo utilizado por los entes subversivos del gobierno norteamericano con el paso de los años.
Posteriormente, a partir de fomentarse en Cuba los Nuevos Movimientos Religiosos mayormente de corte protestante también fueron aprovechados por el Gobierno de EE.UU. en sus planes subversivos y de desestabilización. En este sentido a un sinnúmero de pastores los estimularon a construir templos sin autorización, por lo cual muchos fueron multados, y demolidas sus construcciones por el Ministerio de la Construcción y el Instituto Nacional de la Vivienda.
Por otra parte se gestaron acciones provocativas con la participación de varios pastores de conjunto con la contrarrevolución en busca de protagonismo ante los medios de prensa anticubanos con el propósito de obtener residencia permanente en EE.UU.
A laicos del sector católico, y a pastores protestantes se les propició financiamiento del Gobierno estadounidense por diferentes vías, para la creación y desarrollo de centros y sitios con el propósito de publicar y realizar tertulias con enfoques divergentes con la política del Estado cubano, y “monitorear las violaciones de las libertades religiosas en Cuba” entre ellos el “Centro de Estudios Convivencia”, y el “Instituto Patmos”.
En los últimos años algunos sacerdotes evidentemente sirviendo a la política norteamericana y con el apoyo de la extrema derecha cubana radicada en la Florida, retomaron los actos que protagonizaron sus similares a partir de los primeros meses del Triunfo de la Revolución cubana, llamando e incitando desde sus púlpitos a sus feligreses a pronunciarse violentamente en las calles contra el Estado cubano, antes y posterior al 11 de Julio de 2021, detrás del escudo de la compleja situación económica que no sólo afecta a Cuba, ante las escases económicas que aún existen por causa la pandemia Covid-19, y el bloqueo criminal y asesino impuesto por el Gobierno de EE.UU, utilizando además supuestas violaciones de derechos humanos, para justificar sus vergonzosas posiciones en contra del Gobierno de Cuba, a sabiendas que estas no existen.
El actuar de las autoridades cubanas contra estos engendros subversivos y sus actos que hemos narrado desde el Triunfo de la Revolución cubana hasta el día de hoy, ha sido pretexto para armar campañas difamatorias contra el Estado cubano sobre una supuesta oleada de represión religiosa.
En la actualidad campañas mediáticas dirigidas por entidades del Departamento de Estado de los EE.UU, en las que involucran a sectores de la extrema derecha cubana en ese país, intentan borrar toda esta verdadera historia cargada de tenebrosos y macabros hechos contra la Revolución y el pueblo cubano, insistiendo en hacer ver lo contrario de una manera muy falsa, embustera, y calumniadora.
No obstante, la flexibilidad de la política de la Revolución cubana hacia las religiones siempre fue uno de los principios del proceso revolucionario. Un ejemplo al respecto fue la convocatoria del Comandante en Jefe Fidel Castro al Consejo de Ministros, a participar en una misa convocada por el Cardenal de Cuba, Manuel Arteaga, con propósitos contrarrevolucionarios que no lograron por el apoyo del pueblo al líder de la Revolución, en diciembre de 1959. El Estado cubano hasta el día de hoy nunca ha censurado las actividades en ninguna institución religiosa o fraternal, aun cuando el imperio norteamericano sigue moviendo sus hilos para zarandear marionetas provocadoras en la propia iglesia católica y otras religiones, e instituciones fraternales.
A través de los años las relaciones entre el Gobierno cubano y las religiones han ido “in crescendo”. En el IV Congreso del Partido Comunista de Cuba (PCC) en 1991, se eliminó el ateísmo, y se aceptaron creyentes en esa organización; se realizaron modificaciones a la constitución de 1976, que estableció el carácter laico del Estado cubano, reafirmado en la actual Constitución de 2019 por el 78% de los electores.
En esta nueva Constitución de la República de Cuba están refrendados artículos de reconocimiento y garantía a las libertades de los creyentes, su protección y derechos:
- ARTÍCULO 15. El Estado reconoce, respeta y garantiza la libertad religiosa. El Estado cubano es laico. En la República de Cuba las instituciones religiosas y asociaciones fraternales están separadas del Estado y todas tienen los mismos derechos y deberes. Las distintas creencias y religiones gozan de igual consideración.
- ARTÍCULO 42. Todas las personas son iguales ante la ley, reciben la misma protección y trato de las autoridades y gozan de los mismos derechos, libertades y oportunidades, sin ninguna discriminación por razones de sexo, género, orientación sexual, identidad de género, edad, origen étnico, color de la piel, creencia religiosa, discapacidad, origen nacional o territorial, o cualquier otra condición o circunstancia personal que implique distinción lesiva a la dignidad humana.
- Todas tienen derecho a disfrutar de los mismos espacios públicos y establecimientos de servicios.
- Asimismo, reciben igual salario por igual trabajo, sin discriminación alguna.
- La violación del principio de igualdad está proscrita y es sancionada por la ley.
- ARTÍCULO 54. El Estado reconoce, respeta y garantiza a las personas la libertad de pensamiento, conciencia y expresión. La objeción de conciencia no puede invocarse con el propósito de evadir el cumplimiento de la ley o impedir a otro su cumplimiento o el ejercicio de sus derechos.
- ARTÍCULO 55. Se reconoce a las personas la libertad de prensa. Este derecho se ejerce de conformidad con la ley y los fines de la sociedad.
- ARTÍCULO 56. Los derechos de reunión, manifestación y asociación, con fines lícitos y pacíficos, se reconocen por el Estado siempre que se ejerzan con respeto al orden público y el acatamiento a las preceptivas establecidas en la ley.
- ARTÍCULO 57. Toda persona tiene derecho a profesar o no creencias religiosas, a cambiarlas y a practicar la religión de su preferencia, con el debido respeto a las demás y de conformidad con la ley”.
Todas las instituciones y organizaciones religiosas desarrollan de manera independiente sus actividades sociales, y la educación de sus feligreses. No tienen restricción de movimiento dentro del país y para salir del mismo. No se les prohíbe tener relaciones con instituciones y personalidades en el extranjero; incluso algunos han sido electos a la Asamblea Nacional del Poder Popular. De igual manera no se les prohíbe trabajar en instituciones estatales ni integrar todas las organizaciones políticas y de masas del país.
Administran directamente las propiedades de sus instituciones y tienen la posibilidad de estar inscritas en el Registro de Publicaciones del Instituto Cubano del Libro. Poseen centros de estudios a los que se integran sus fieles sin ninguna restricción. Cuentan con hospitales y asilos para ancianos en los cuales reciben el apoyo del gobierno cubano.
No se les prohíbe el desarrollo de sus actividades lo mismo dentro de sus locales que fuera de ellos, como misas, cultos, procesiones, peregrinaciones, ceremonias, rituales, conciertos, toques de tambor, talleres, seminarios, congresos, y otras.
En Cuba se han recibido líderes mundiales y dirigentes de organizaciones de diferentes religiones, y se han desarrollados eventos religiosos internacionales.
Desde el triunfo de la Revolución, la religión ha sido atendida por el Estado cubano a través de la Oficina de Atención para los Asuntos Religiosos (OAAR) del Comité Central del Partido Comunista de Cuba; y los asuntos relacionados con el reconocimiento jurídico y el funcionamiento legal de las instituciones y organizaciones religiosas y fraternales son atendidos por la Dirección de Asociaciones del Ministerio de Justicia.
Entonces, ¿por qué el Gobierno de EE.UU. incluye a Cuba en un listado arbitrario o lista negra de países que violan la libertad religiosa, cuando es el propio Gobierno norteamericano el que ha promovido e incentivado planes de confrontación subversivos entre la religión y el Estado cubano, y este último ha dado muestras de tolerancia y no censura a las religiones y organizaciones fraternales cubanas; cuando funcionarios de la embajada de EE.UU en Cuba han estado presentes en un sinnúmero de actividades religiosas en suelo cubano, palpando con sus propias manos la libertad religiosa que gozan los creyentes cubanos?