Dando continuidad a las denuncias de hechos vandálicos en nuestro país, orientados y financiados desde Estados Unidos, Razones de Cuba trae nuevas informaciones sobre una nueva articulación terrorista. El más reciente engendro contrarrevolucionario se denomina Autodefensas del Pueblo, en alusión al arraigo popular del cual en realidad carece. Sus organizadores reclutan a residentes en la Isla a través de redes sociales y esperan con mucho interés cualquier momento de tensión social para desestabilizar, crear desorden, indisciplina, e ir después mucho más allá.
Poseen una estructura bien definida, con cabecillas, financistas, operadores políticos y mercenarios. Sueñan con desatar una guerra civil en territorio nacional. No dudarían un segundo a la hora de derramar la sangre del pueblo cubano para saciar sus aspiraciones anexionistas.
Este accionar remite al de las bandas organizadas por la CIA en la década de 1960 del pasado siglo, apertrechadas con dinero y armamentos, que costaron más de 1400 vidas de cubanas y cubanos.
Los clamores populares, el sentir de un pueblo, el de la gente que trabaja y construye, nada tiene que ver con gente como esta. Si unos pocos intentan confundir las cosas, acuden a la violencia, realizan acciones vandálicas, no permiten el diálogo, ni el razonamiento con autoridad alguna, habría entonces que indagar en las verdaderas intenciones que persiguen. Fragmentar la unidad, en este escenario de guerra no convencional, con manifestaciones de indisciplina social reflejadas en las redes, es una meta soñada por los enemigos de Cuba y su gente.