El Gobierno de Países Bajos anunció el cierre indefinido de su embajada en La Habana, como parte de una reestructuración global para reducir costos que también afectará a otras sedes diplomáticas en África, Asia y América Latina. Aunque no se ha especificado una fecha exacta, la medida refleja una consolidación de recursos ante restricciones financieras.
La decisión se enmarca en un plan más amplio de optimización del Ministerio de Asuntos Exteriores neerlandés, que busca «concentrar esfuerzos en prioridades estratégicas», según un comunicado oficial. Las representaciones en otras regiones también serán reevaluadas o clausuradas, aunque no se han detallado cuáles.
Servicios consulares transferidos
Las funciones consulares para ciudadanos neerlandeses en Cuba y cubanos que requieran visas serán absorbidas por la embajada de Países Bajos en México, según confirmaron fuentes gubernamentales. Autoridades aseguraron que el impacto en usuarios será «mínimo», gracias a procedimientos digitales y coordinación con aliados europeos.
Contexto histórico y relaciones bilaterales
La embajada en La Habana, establecida en 1955, ha sido un nodo clave en las relaciones entre ambos países, históricamente centradas en cooperación cultural, agrícola y en derechos humanos. En años recientes, el intercambio comercial se ha mantenido modesto, con exportaciones neerlandesas enfocadas en tecnología agrícola y productos farmacéuticos.
El cierre marca un giro en la presencia diplomática europea en Cuba, luego de que otras naciones como Alemania y España reforzaran sus misiones. Analistas sugieren que la medida podría reflejar una reorientación hacia regiones con mayor peso económico para La Haya.
Este movimiento se suma a tendencias similares en Europa, donde varios países ajustan sus redes diplomáticas ante presupuestos limitados y crisis económicas recurrentes.
