El pasado sábado 12 de febrero Lydia Guevara y Karima Oliva Bello realizaron un audio chat sobre temas de género en la Cuba de hoy.
Ambas platearon que el feminismo es un término que debe ajustarse al contexto cubano. Esta es una cuestión que los movimientos feministas populares y anticapitalistas alrededor del mundo defienden.
Según Karima Oliva, la Revolución cubana ha creado un marco muy específico para hablar de feminismo y propuso comenzar el dialogo hablando de feminicidio. Pues a su decir “hay toda una campaña por plantear al Estado cubano como un Estado feminicida”.
Oliva plantea que ella no utilizaría este término para referirse a los crímenes contra la mujer cubana. Explica que el concepto lo acuñó la mexicana Marcela Lagarde cuando investigaba las muertes de féminas en la ciudad de Juárez, en un contexto muy diferente al vigente hoy en la Isla.
Largade plantea que el feminicidio es la construcción social de los crímenes de odio, culminación de la violencia de género contra las mujeres, así como la impunidad de quienes los cometen. En sus artículos explica que las mujeres son asesinadas por un alto grado de inseguridad, vulnerabilidad vital y nula protección social e institucional, como consecuencia de la ruptura del Estado de derecho.
Al decir de Karima Oliva establecer “una equivalencia forzosa entorpecería lejos de ayudar a comprender la situación de la mujer cubana y a poner en perspectiva una agenda que se comprometa con la eliminación de la violencia”.
Sin embargo, deja bien en claro que esto no implica que las muertes de mujeres en Cuba no sea un asunto a tratar y observar. Existen varios estudios sobre el tema en el país, como los realizados por Clotilde Proveyer, donde plantea que una de las causas de los femicidios (termino diferente a feminicidio) es la prevalencia en algunos sectores de la sociedad de una cultura patriarcal, machista y sexista.
Existe una iniciativa impulsada por Mariela Castro Espín de establecer el femicidio como delito específico en el Código Penal. Mariela plantea «el código contempla, de manera muy bien formulada, las diferentes formas de homicidios relacionadas a crímenes de odio, incluso habla de orientación sexual e identidad de género. Existe una voluntad política de luchar contra este problema expresada en la Constitución».
Oliva Bello durante su exposición recalca la importancia de no importar términos que hacen referencia a otras realidades que distan de la cubana. Según Oliva no es lo mismo transformar un Estado donde existe el crimen organizado que pensar como transformar la mentalidad de algunos sectores de la sociedad,
“En Cuba las mujeres tenemos toda una serie de garantías y derechos conquistados”, expuso Karima Oliva Bello.
Ejemplo de este es la nueva Ley del Proceso Penal, donde se otorga un tratamiento especial y preferencial a las víctimas de violencia de género. Yvonne Calaña, asesora jurídica del Cenesex, expone que «aunque el Código no hace uso del término Femicidio, más allá de lo acertado que hubiese sido acoger el término, queda fehacientemente expuesta la intención de tolerancia cero ante estos actos y la voluntad política plasmada en la Estrategia integral de prevención y atención a la violencia de género en el escenario familiar».
