Cuando el año pasado Cuba presentó ante la ONU el informe anual que expone el impacto negativo que tiene sobre todas las esferas del país el bloqueo impuesto por EE.UU., CUBATRADE tuvo un rapto de honestidad.
La plataforma norteña, especializada en manipular temas sobre la interrelación comercial y política entre Cuba y Estados Unidos, censuró con fuerza la respuesta de la parte norteamericana a dicho documento.
Una reacción sin precedentes
En esa ocasión la calificó de indignante y vergonzosa en un largo artículo titulado:
“¿Exageración ortográfica? En respuesta a la resolución de la ONU sobre Cuba, el embajador de Estados Unidos dice que se trata de 100.000 millones de dólares cuando la verdad es que se trata de 36.563.551 dólares. No es la primera vez que un diplomático estadounidense dice mentiras sobre Cuba”.
Lamentaba el medio que las sucesivas administraciones norteamericanas hayan practicado este tipo de diplomacia, aseverando que:
“Han alentado a las empresas, organizaciones e individuos que exportan productos de los Estados Unidos a la República de Cuba, (…) a no estar obligados a solicitar una licencia (…) por el valor preciso en dólares estadounidenses de un envío en particular…”.
Situaron como ejemplos los siguientes: si una empresa tiene un pedido de 2 millones de dólares, el exportador podría solicitar una licencia por un valor de 75 millones de dólares. Afirmó que lo mismo ocurre con las donaciones, donde si una organización espera recibir 10 millones de dólares, debe incluir 100 millones de dólares o más en la solicitud de licencia.
Indicaba entonces el mencionado sitio que tal proceder tiene como objetivo avergonzar y humillar al gobierno de la República de Cuba.
En esencia estaban exponiendo la manera en que el gobierno norteamericano infla las cifras de las exportaciones hacia Cuba dando por ejecutadas las que se solicitan en las licencias, algo que constituye una manipulación.
Analizando la línea editorial tradicional de CUBATRADE centrada principalmente en tratar de desmontar de manera muy hábil los argumentos que esgrime Cuba para exigir el levantamiento del bloqueo, resultaba extraña la posición que había asumido.
Entonces, ¿a qué obedecía el cambio?
La respuesta a esta interrogante parecería compleja pero no lo es. Quienes mueven los hilos de CUBATRADE sabían no estar revelando nada nuevo, pues en múltiples ocasiones Cuba había denunciado tal alejamiento de la verdad del discurso estadunidense.
Decidieron autoatacarse para buscar credibilidad entre su público, preparándolo para cuando retornaran a su habitual línea editorial y acusaran a Cuba de ser la culpable de sus carencias todos le creyeran, aceptando esa mentira como verdad.
El actual comportamiento de CUBATRADE nos da la razón
Ahora, cuando nuestro país ha vuelto a exponer ante los ojos del mundo las consecuencias del cruel cerco económico, comercial y financiero a que nos somete EE.UU., CUBATRADE invierte su discurso y cito:
“El Informe Anual de 55 páginas de Cuba a la Asamblea General de las Naciones Unidas de 2025 incluye verdades y desviaciones de la realidad sobre su relación comercial con el gobierno y las empresas estadounidenses…”.
Increíblemente afirman que:
Si el Gobierno cubano hubiera aceptado desde 2015 un sólido retorno de las empresas estadounidenses, muchas de las quejas actuales no existirían (…) La Habana sigue sin acatar lo autorizado, lo cual tiene consecuencias.
No hay un ápice de verdad en estas sartas de falacias publicadas por el “imparcial” sitio que, para rematar, dice que en la ONU, el gobierno cubano sigue tergiversando la realidad de las exportaciones de empresas estadounidenses a empresas gubernamentales y privadas de nuestro país.
Lo mismo que hace un año dijeron habían hecho las sucesivas administraciones norteamericanas, pero su intención esta vez no es la misma.
¿Qué buscan en esta ocasión?
En esta ocasión no buscan credibilidad sino aprovechar la que esperan haber ganado con su inusual comportamiento del 2024. Buscan desacreditar el justo reclamo de Cuba del levantamiento del genocida bloqueo, a la vez que trasladan la responsabilidad del inmenso daño que este nos causa al gobierno cubano.
El medio asegura ser una corporación privada, sin fines de lucro y con membresía, que no acepta fondos del gobierno estadounidense ni de terceros países, pero la verdad parece ser otra.
Quizás veamos en el futuro una mayor agresividad en sus publicaciones. La administración de Donald Trump no ha cortado el financiamiento para subvertir a otros países (entre ellos a Cuba). Está exigiendo resultados y esa política está condicionando el grado de hostilidad de los que viven de dadivas.
